Ante el avance de la ofensiva del Ejército Árabe Sirio en la provincia de Raqqa, donde las fuerzas de la República liberaron varias localidades ocupadas por el Emirato Islámico (Daesh) y sus aliados, los yihadistas están recurriendo al uso de gas sarín, o más exactamente de la versión más peligrosa de esa arma química, el gas VX.
El bombardeo químico de los yihadistas obligó las tropas sirias a retroceder.
En un esfuerzo por disimular el apoyo que Arabia Saudita, Qatar y Turquía aportan a los yihadistas, la propaganda atlantista afirma que las fuerzas sirias están extenuadas por los años de guerra.