Un hombre Israelí pide una orden de restricción contra Dios, alegando que el Todopoderoso lo ha maltratado numerosas veces y la Policía no es capaz de protegerlo.
El solicitante, llamado David Shoshan, se representó a sí mismo durante una audiencia judicial en la ciudad de Haifa, instancia legal enmarcada en un caso que él mismo había abierto.
Según el medio noticioso local NRG, Dios no se presentó a la audiencia, y tampoco lo hizo su abogado, si es que lo tiene.
Ante la corte, Shoshan aseguró que Dios había sido especialmente injusto con él, tratándolo, "con dureza y bastante mal", pero la crónica no aporta detalles acerca de ese presunto maltrato.
En su exposición, el denunciante dijo haber llamado a la Policía varias veces para reportar la situación.
Nada reclamó acerca de la buena disposición policial, ya que al menos en diez ocasiones fueron enviados coches patrulla para atender sus llamados.
Sin embargo, la presencia de los uniformados no era capaz de impedir los ataques de la divinidad, así que los mismos uniformados le sugirieron que probara con una orden de restricción.
Una orden de restricción (también llamada “orden de protección”) es una orden de la corte que puede proteger a alguien contra el maltrato, amenaza, acecho u acoso físico o sexual.
La persona que obtiene la orden de restricción se llama la “persona protegida”.
Sin embargo, el juez Ahsan Canaán se negó a emitir la orden, y calificó la solicitud como "delirante". En su veredicto, el magistrado reconoció que el denunciante necesitaba ayuda, aunque no precisamente la de una corte de Justicia.
Los periodistas de NRG intentaron contactar a Dios para obtener una declaración, pero no lograron localizarlo.