VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

La batalla de Kursk le partió el espinazo a la Wehrmacht

El 12 de julio de 1943, en el campo de Prójorovka, en la provincia rusa de Bélgorod limítrofe con Ucrania, se libró el mayor enfrentamiento entre los carros de combate en la Segunda Guerra Mundial.

Este fue el último intento de las tropas nazis de lanzar una ofensiva en la batalla de Kursk.

 La contraofensiva de las fuerzas blindadas soviéticas frenó a las tropas hitlerianas.

 En aquel combate participaron 1200 carros blindados y piezas de artillería autopropulsada.

En el orden sobre el inicio de la ofensiva en la dirección de Kursk, Hitler declaró: “la victoria debe fortalecer la convicción de todo el mundo que cualquier resistencia a las tropas alemanas es inútil”. 

Pero en los primeros días de la batalla de Kursk se puso de relieve que la operación Ciudadela de la Wehrmacht podría fracasar. 

Las fuerzas blindadas nazis que cifraban una esperanza especial en los carros blindados más avanzados Tigre, Pantera y las piezas de artillería autopropulsada Ferdinand tropezaron con una resistencia implacable de los soldados soviéticos. 

En esta situación el mariscal de campo, Erich von Manstein, decidió emprender un intento de romper la línea de defensa soviética cerca de la estación ferroviaria de Prójorovka, dijo Mijaíl Miagkov, experto de la Asociación Histórico-Militar de Rusia:

–Éste fue el último intento del Comando hitleriano de cambiar el curso de la guerra. En esta batalla participó el segundo cuerpo blindado alemán bajo el mando del general Paul Hausser formado por las potentes unidades blindadas de la SS. 

En general, en el combate participaron unos 500 carros blindados nazis, incluidos cincuenta tanques pesados Tigre.

El Comando soviético decidió lanzar una contraofensiva en el campo de Prójorovka con las fuerzas del 5º Ejército blindado bajo el mando del general Pavel Rótmistrov que tenía en sus arsenales unos 800 carros de combate. El 5º Ejército de infantería le apoyó. 

El 12 de junio por la mañana, los carros de combate soviéticos lanzaron la contraofensiva.

 Los tanquistas soviéticos tuvieron que aproximarse al enemigo de modo que se libarse un combate a corta distancia.

 Los carros blindados soviéticos T-34 dotados en aquella época con cañones calibre 76 mm pudieron romper el blindaje de los Tigres tan sólo a distancia que no superaba a quinientos metros. 

Los carros de combate lanzaron la contraofensiva contra las unidades hitlerianas bajo el fuego de cañones de 88 mm de los Tigres y las piezas de artillería autopropulsada capaces de romper el blindaje de los T-34 desde la distancia de 1,5 kilómetros. 

Los tanquistas soviéticos atacaron al enemigo en los vehíuclos en fuego para frenar su ofensiva a precio de su vida. En aquel día, la tierra temblaba como si fuese un terremoto. 

Las bocanadas de fuego, ceniza y humo subían sobre el campo. 

El duelo feroz de los carros de combate se convirtía en la lucha cuerpo a cuerpo de los tanquistas, continúa Mijaíl Miagkov:

–La batalla en el campo de Prójorovka continuó al día siguiente y en la primera mitad del 14 de julio. 

Las tropas soviéticas lograron frenar la ofensiva de las unidades blindadas alemanas en la dirección de Kursk. Los nazis no avanzaron fuera de este campo. 

En esta batalla los soviéticos perdieron 500 de los 800 carros blindados que participaron en el enfrentamiento, es decir, un 60%. 

Pero los alemanes perdieron 300 tanques de los 400, un 75 %.

 Esto fue una verdadera catástrofe para la Wehrmacht.

Durante los últimos años, se publicaron muchos artículos en los que varios historiadores presentaron sus estimaciones de las bajas sufridas en la batalla de Prójorovka basándose en diferentes métodos de cálculos. 

A veces estas cifras parecen absurdas, ya que no explican porqué las tropas alemanas perdieron la iniciativa tras la Batalla de Kursk y el Ejército Rojo logró pasar en la contraofensiva, destaca Oleg Rzheshevski, experto del Centro de Historia de Guerras y Geopolítica: 
–En un momento varias personas empezaron a negar la importancia de esta batalla. Pero esto ya quedó en el pasado y el enfrentamiento entre los carros de combate en el campo de Prójorovka se considera como uno de los que determinaron el resultado de la batalla de Kursk. 

No hay dudas de esto, como no hay dudas de que la batalla de Kursk marcó el comienzo del decisivo contraataque soviético contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

En 1943, pasados varios meses tras el final de la batalla de Kursk, se celebró la Conferencia de Teherán en la que los líderes de la URSS, EEUU y Gran Bretaña se encontraron por primera vez y tomaron la decisión sobre la apertura de un segundo frente en Europa en mayo de 1944.

Tras la Batalla de Kursk, se decidió dotar el tanque Т-34 con el cañon calibre 85 mm capaz de romper el blindaje de los carros de combate alemanes. 

Posteriormente, tomando en consideración el grosor de la coraza y las capacidades de fuego del T-34, los expertos occidentales reconocieron que éste fue el mejor carro blindado mediano del siglo XX.

ek/kg
Mijaíl Áristov
 http://spanish.ruvr.ru/2013_07_12/batalla-Kursk-historia-cobates-guerra/

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