ARNOLD AUGUST / GLOBAL RESEARCH – Ben Rhodes es asistente de Obama y asesor adjunto de seguridad nacional.
El ofrece información crítica sobre la nueva hoja de ruta táctica en la política hacia Cuba en lo que atañe a las relaciones Cuba-EE.UU. Rhodes, el redactor oficial de los discursos para el presidente Obama, merece elogios, igualmente como el propio presidente, por la nueva política hacia Cuba, incluyendo la decisión del presidente de visitar la Isla.
Uno de los documentos más importantes, que sirve de base para esta visita, es la transcripción de la conferencia de prensa (Press Briefing) del 18 de febrero de 2016 de Ben Rhodes y de Josh Earnest, secretario de prensa para la Casa Blanca, que desafortunadamente, no ha sido difundido ampliamente. Durante el curso de ésta, Rhodes tuvo que responder las preguntas de los periodistas, que lo obligaron a explicar el plan de la visita del presidente Obama a Cuba, como parte de las relaciones Cuba-EE.UU..
En esa conferencia quedó evidenciado que Estados Unidos está a la ofensiva en relación con América Latina y el Caribe y que la visita a Cuba forma parte de esta hoja de ruta.
Sin embargo, Rhodes, en respuesta a preguntas, tuvo que admitir francamente y reconocer parcialmente, que Cuba tiene su propia posición de principios. En realidad, es mucho más que eso.
El gobierno cubano, lejos de bajar la guardia, está también a la ofensiva en lo que respecta a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Aun cuando se ventilaron muchos temas durante la conferencia de prensa, solo se tratarán algunos en este artículo.
Disidentes
Después de hacer un resumen de la visita de Obama a Cuba, con una breve mención a su viaje a la Argentina, Rhodes respondió las preguntas de los corresponsales. La primera pregunta implicaba a los disidentes:
“Pregunta: ¿Se reunirá el presidente con disidentes durante su visita a Cuba? ¿Y negociaría eso con el gobierno cubano?
Sr. Rhodes: Sí, él se reunirá con los disidentes, con miembros de la sociedad civil, incluyendo a los que, sin duda, se oponen a las políticas del gobierno cubano”.
El tema volvió a mencionarse. En respuesta a la pregunta de otro reportero: “¿Quién decidirá con qué disidentes se reunirá el presidente?”, Rhodes respondió: “Nosotros decidiremos….y se lo hemos indicado claramente a los cubanos”. En otra pregunta sobre el mismo tema que comparaba a Cuba con otros países donde los Estados Unidos trabaja con los partidos o grupos opuestos a sus gobiernos, Rhodes tuvo que admitir lo siguiente: “ustedes [en Cuba] tienen el sistema del partido-único y también tienen elementos de oposición, pero no es similar [al de otros países]”. Poco después, en defensa de la decisión de la administración de reabrir la embajada de los Estados Unidos en La Habana, dijo que la “embajada nos permite representar mejor nuestros intereses, para entablar mejores vínculos con la sociedad civil”.
Bloqueo
Uno de los corresponsales mencionó lo siguiente:
“A principios de esta semana, Rodrigo Malmierca, [el ministro de Comercio Exterior e Inversiones de Cuba], recomendó cosas que él cree que la Casa Blanca puede hacer sin necesidad de levantar el embargo, como por ejemplo: permitir el uso del dólar en terceros países y permitir que Estados Unidos importe ron y cigarros”.
Merece ser destacado que solo el Congreso de los Estados Unidos puede levantar completamente el bloqueo, dado que está codificado en la ley. Sin embargo, varios aspectos importantes del mismo pueden atenuarse mediante órdenes ejecutivas de la Casa Blanca. Acerca de la pregunta puntual del periodista sobre el uso del dólar a nivel internacional, se debe tener en cuenta también la reclamación de Cuba: el gobierno cubano desea usar el dólar en transacciones internacionales no solo en terceros países, sino también en el intercambio comercial con los Estados Unidos. A mediados de febrero la delegación cubana liderada por Malmierca visitó Washington D.C. por varios días y fue mucho más allá de “recomendar cosas” en forma suave, como Rhodes pareció insinuar. Malmierca recalcó firmemente la posición del gobierno cubano en presencia de sus contrapartes, políticos y personas de negocios de los Estados Unidos.
Se manifestó desafío a la ofensiva contra el bloqueo y expresó la necesidad de que el presidente Obama use todas las prerrogativas ejecutivas a su disposición para desmantelarlo. En lugar de responder a los ejemplos presentados en las preguntas, como permitir el uso del dólar, Rhodes manifestó:
“Nuestra posición es que el embargo debe levantarse. Por lo pronto, queremos considerar otros aspectos donde podamos abrir espacios que promuevan el incremento de los viajes y de actividades comerciales, que en definitiva beneficien al pueblo cubano”.
En respuesta a preguntas insistentes sobre el embargo (bloqueo), Rhodes dijo:
“Ese es un gobierno que por más de cinco décadas estuvo muy a gusto con el embargo y con los Estados Unidos, como la fuente de la legitimidad en la que se basaron, debido a lo que estábamos tratando de hacer a Cuba”.
¿Cómo se puede describir al gobierno de Cuba de estar “muy a gusto” cuando de hecho Cuba batalló valientemente contra el bloqueo por cinco décadas? En la Asamblea General de las Naciones Unidas realizada en 2015, Cuba obtuvo el apoyo de toda la comunidad internacional de naciones excepto los Estados Unidos e Israel.
Sin embargo, las últimas palabras de Rhodes indican que esta hoja de ruta se presenta todavía muy enrevesada cuando se refiere al uso de las prerrogativas ejecutivas para privar de eficacia a la mayor parte del bloqueo.
El gobierno cubano está obligado a ir al ataque en relación a esta opción ejecutiva que se encuentra muy cómodamente en las manos de Obama. ¿Constituirá la visita de Obama a Cuba una grieta decisiva en el bloqueo?
Prohibición de viajes
Un periodista preguntó si la administración de Obama usará una “orden ejecutiva para levantar la prohibición de viajes hasta donde le es posible”. La respuesta de Rhodes pareció ser evasiva:
“…lo que hemos tratado de hacer es promover más viajes, actividad comercial y económica en Cuba que, repito, creemos beneficia al pueblo cubano”.
En respuesta a otra pregunta sobre el bloqueo y en el contexto de eliminar la prohibición de los viajes, nuevamente, Rhodes explicó el tema. Según dijo, la administración de Obama sigue permitiendo los viajes solo para “los estadounidenses que deseen viajar a Cuba para vincularse con el pueblo cubano, o para las personas de negocios de los Estados Unidos que quieren vincularse con Cuba, pero además, lo digo francamente, para ayudar los cubanos de a pie”. Uno puede preguntarse entonces, ¿están obligados los estadounidenses que desean visitar Canadá o el Reino Unido a vincularse con canadienses o británicos? O si desean viajar a otros países del Tercer Mundo, ¿están limitados solamente a “ayudar a la gente común y corriente”? ¿Por qué ese doble rasero? El uso de una orden ejecutiva para eliminar la prohibición de los viajes lo más pronto posible, en las palabras del corresponsal, es definitivamente un paso que puede darse en el periodo previo a la visita de Obama.
Guantánamo
En respuesta a una pregunta sobre Guantánamo, Rhodes manifestó:
“Estoy seguro que formará parte de la conversación. Lo sé, porque he tenido muchas veces esa conversación con mis contrapartes cubanos. Obviamente, ellos insisten en que nuestra presencia allí no es legítima y que las instalaciones les deben ser devueltas.
Pero, repito, eso no está sobre el tapete como parte de nuestras conversaciones. Estamos enfocados en una gama amplia de temas que ya he mencionado. Pero, estoy seguro que lo plantearán. Este es un tema que continúa siendo preocupante para ellos”.
En realidad, decir que los cubanos “insisten” que se la devuelvan es una subestimación. Los cubanos han estado y siguen hoy peleando a brazo partido en todos los foros internacionales abogando por la devolución de ese territorio a Cuba.
Para ellos esta demanda es un símbolo de orgullo y dignidad nacional, y constituye un obstáculo para la normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU.. En lo concerniente a la política EE.UU.-Cuba, ¿por qué este tema escabroso, que puede resolverse de un plumazo por parte de Obama, no está “sobre el tapete”?
Política de “Pies mojados-Pies secos”
El 19 de agosto de 1994, el presidente Bill Clinton anunció su política de “pies mojados-pies secos”: los cubanos que lleguen a suelo de los Estados Unidos (pies secos) podían permanecer en el país aun cuando no ingresaran por los canales normales de la inmigración legal.
Sin embargo, los inmigrantes interceptados en el mar por la Guardia Costera de los Estados Unidos (pies mojados) serían devueltos a Cuba. Esta política se aplica solo a los cubanos, lo que fomenta la emigración ilegal y se usan como argumentos políticos contra el sistema económico/social/político de Cuba.
El cambio de esta política hacia Cuba es algo que el ala ejecutiva puede hacer de la misma forma como la inició el presidente Bill Clinton.
Una pregunta fue muy directa. Durante la presencia del presidente Obama en Cuba, ¿considerará él la política de “pies secos-pies mojados?” La respuesta de Rhodes fue decepcionante pero clara:
“No estamos tratando de hacer cambios con respecto a la política “pies secos-pies mojados”. Nuestro enfoque es cómo pueden mejorar las condiciones en Cuba para que, con el tiempo, haya mayor oportunidad económica y menos necesidad de que los cubanos tengan que salir a buscar oportunidades en el exterior”.
La visita de Obama a la Argentina
En las elecciones presidenciales en Argentina del 24 noviembre de 2014, después de una década de gobiernos izquierdistas, la derecha ganó el voto. Durante su campaña electoral, Mauricio Macri, el flamante presidente, prometió, entre otras políticas, de realinear las relaciones exteriores de Argentina, distanciándose de Venezuela y acercándose más a los Estados Unidos.
Aun cuando el tema del resumen de prensa de Rhodes era el viaje a Cuba, el agregó además en sus palabras de apertura:
“Después del viaje a Cuba, quiero mencionar que el presidente proseguirá su viaje a la Argentina. Además, la apertura con Cuba ha sido un esfuerzo de los Estados Unidos para incrementar y robustecer significativamente nuestros lazos en el hemisferio. Esta es una región que ha rechazado por largo tiempo nuestra política hacia Cuba.
De hecho, aisló más a los Estados Unidos que a Cuba, en el hemisferio. Argentina es un país que hasta recientemente tuvo un presidente, diría yo, con relaciones problemáticas con los Estados Unidos. Su nuevo mandatario ha manifestado su interés en comenzar a restaurar y renovar las relaciones entre los Estados Unidos y Argentina”.
Rhodes es muy directo acerca de cómo la nueva política hacia Cuba está siendo vinculada a la reputación y prestigio de los EE.UU. en América Latina. De hecho, la Casa Blanca, indicó la adopción de esta orientación en varias declaraciones y documentos hechos públicos previamente al discurso de Obama del 17 de diciembre de 2014, para anunciar el nuevo capítulo en la relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Aun cuando la estadía en la Argentina fue relegada a una posición secundaria en el informe de apertura, generó dos preguntas. Las respuestas dan más desarrollo a la hoja de ruta referente a la visita a la Argentina. La primera pregunta expresaba:
“…si ellos [el nuevo presidente de Argentina y su esposa] pueden ser aliados. ¿Y qué recibimiento espera recibir el presidente, especialmente, si se considera el que recibió el presidente Bush cuando fue allá?”
El recibimiento a Bush se refiere a la Cumbre de las Américas, llevada a cabo el 4 de noviembre de 20015, en Mar del Plata, aproximadamente 400 kilómetros (250 millas) al sudeste de Buenos Aires, la capital de Argentina. En la cumbre se encontraban los líderes de todos los países del continente americano, excepto Cuba. El plan del presidente George W. Bush para imponer el Acuerdo de Libre Comercio en las Américas (ALCA) fue un rotundo desastre. La arremetida en su contra estuvo liderada por el anfitrión de la reunión cumbre, el presidente Néstor Kirchner de Argentina; el presidente Hugo Chávez de Venezuela, y el presidente Lula da Silva de Brasil.
Es posible, que la respuesta de Rhodes indique hacia donde esta hoja de ruta tiene la intención de guiar:
“Con respecto a Argentina, anticipamos indudablemente que será un socio más cercano en una variedad de temas… El presidente de Argentina nos ha manifestado que le gustaría una cooperación económica y diplomática más estrecha con los Estados Unidos.
De manera que, creemos, este es un nuevo comienzo real y una nueva era en nuestra relación con la Argentina, y refleja el sentimiento que vemos en la región, especialmente desde nuestra apertura con Cuba, donde existe mucha más receptividad de trabajar con los Estados Unidos.”
La última parte de esa cita indica que, según Rhodes, que los Estados Unidos, está ya, como es su plan, cosechando el fruto de la apertura con Cuba en América Latina.
En respuesta a la segunda pregunta ampliando su comentario en la visita a la Argentina, Rhodes dijo que el objetivo de la administración de Obama es:
“demostrar que la piedra angular del legado del presidente es su acercamiento hacia América Latina que implica la apertura con Cuba…”
Cuba se aferra a sus principios
Al jugar la carta Cuba, la ofensiva de EE.UU. en América Latina trata de abrir una brecha entre la Argentina y países como Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. El plan de acción de EE.UU. marcaría además diferencias entre Cuba y los países con gobiernos de izquierda.
Sin embargo, el gobierno revolucionario cubano hace uso de su considerable influencia para apoyar completamente los procesos revolucionarios de dichos países. Además, Cuba es uno de los principales baluartes de la integración regional en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que incluye a todos los países de las Américas excepto EE.UU. y Canadá.
Estados Unidos está usando la política hacia Cuba para trazar el rumbo del camino de la diplomacia, como es el caso de la visita de Obama a la Argentina. Sin embargo, no se ha limitado solo a este camino relativamente pacífico: está al mismo tiempo interfiriendo en los asuntos internos de Venezuela, Bolivia y Ecuador para provocar un cambio de régimen.
Por lo tanto, la situación en Cuba y en América Latina es muy compleja.
Ya veremos cómo se desarrolla en el periodo previo a la visita de Obama a Cuba y Argentina, así como sus repercusiones en el 2016.
Arnold August, Periodista y conferencista canadiense.