Los servicios especiales de Israel han demolido en lo que va de año al menos 41 edificios de palestinos en Cisjordania.
Se trata de una escuela primaria y decenas de hogares, lo que corresponde al nivel máximo de desalojamientos forzosos perpetrados por Israel desde el año 2009, según un reporte de la ONU publicado el 4 de marzo de 2016.
Durante la última demolición ejecutada por la administración civil israelí en la localidad de Khirbet Tana, en las afueras de la ciudad de Nablus, fueron "desplazados 36 miembros de diez familias, entre ellos 11 niños, y resultaron afectados los medios de vida de cinco familias más", comunica la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Doce de los edificios destruidos pertenecían a las autoridades palestinas y la Media Luna Roja palestina.
"Estas estructuras fueron demolidas o dañadas por las fuerzas israelíes debido a que carecían de permisos de construcción, que en Khirbet Tana, situado en una zona militar cerrada, son concedidos por Israel", explicó la OCHA en Facebook.
Las autoridades israelíes se niegan a conceder permisos de construcción en la región debido a su cercanía a la "zona de fuego".
Según la ONU, alrededor del 18% del territorio de Cisjordania es considerado por Israel como no apto para la construcción de instalaciones permanentes, lo que afecta a 38 comunidades palestinas.
