Que los vehículos eléctricos representen solo el 1% de todos los vehículos que hay en Estados Unidos es un dato que habla del largo camino que queda por recorrer a las energías renovables. En 2025, sin embargo, el volumen de vehículos eléctricos será ya del 5%.
Aunque el volumen de coches todavía dista de ser algo normalizado, no todo el mundo lo ve así: los hermanos Koch, propietarios del conglomerado Koch Industries, están preocupados. Y por ello han puesto en marcha una campaña multimillonaria para torpedear a la industria de las energías renovables en la línea de flotación.
Koch Industries es la segunda empresa más grande de EEUU en manos privadas. Tiene ingresos anuales de 115.000 millones de dólares y su principal negocio son los combustibles fósiles. Es decir, el petróleo y todos sus derivados. Su único interés es que la gente siga usando vehículos que consuman estos combustibles.
Para ello, han puesto a trabajar codo con codo al experimentado lobbysta Charlie Drevna, ex máximo representante del lobby American Fuel and Petrochemical Manufactures, con James Mahoney, un miembro del consejo directivo de Koch y hombre de confianza de los hermanos.
Es lo que ha descubierto un periodista del Huffington Post, después de que los Koch se reunieran en su retiro bianual con grandes donantes.
Su objetivo es poner de acuerdo a las grandes corporaciones energéticas de EEUU para crear un grupo que consiga dar un nuevo rostro a una vieja dialéctica, cada vez más difícil de defender: usar gasolina es bueno, mientras que usar energía solar o eléctrica es un fracaso.
Su principal actividad sería la presión en las esferas políticas de Washington para recortar las ayudas y subsidios a las energías renovables. De esta manera conseguirían cortar con los costosos proyectos que se proponen investigar con energías sostenibles y hacerlas llegar al gran público.
Además de ejercer sus influencias políticas, tratarían de confeccionar un discurso a través de sus propios medios de comunicación, o financiando a medios que no controlan. Su gran baza es contar que las energías renovables solo supondrán un encarecimiento de la vida de la gente con pocos recursos. Y que los coches eléctricos son cosa de tontoscomo Elon Musk (presidente de Tesla).
No es la primera vez que los Koch entran en política a través de los lobbys. En años anteriores, diferentes investigaciones han señalado a los hermanos como unos de los principales financiadores del negacionismo del cambio climático.
Han donado grandes cantidades de dinero a organizaciones sin ánimo de lucro (como el think tank Institute for Energy Research) que han difundido estudios que clamaban autoridad científica para defender que el cambio climático era solo una invención política de sectores liberales y ecologistas.
Los Koch son unos de los principales donantes del partido republicano y promueven think tanks y organizaciones conservadoras a lo largo de todo EEUU.