En los últimos tiempos América Latina atrae cada vez más la atención de Occidente: implementación de bases militares, introducción de sanciones, críticas a sus principales proyectos estratégicos y económicos realmente viables.
¿El Club Bilderberg está descontento?
¿Por qué Occidente clava sus ojos en América Latina?
Según destaca en su artículo el escritor y periodista Nil Nikandrov, el multimillonario David Rockefeller, uno de los fundadores del Club Bilderberg, siempre ha seguido de cerca los procesos revolucionarios en América Latina.
En particular, Fidel Castro mereció especial atención de Bilderberg, que no escatimó esfuerzos por estrangular económicamente a Cuba y tratar de eliminar el sistema socialista y principales figuras del Gobierno cubano.
Parece que al Club Bilderberg le tomó más de 50 años entender que Cuba es un país inquebrantable cuando se trata de la defensa de sus intereses y derechos y EE.UU. tuvo que abandonar la práctica de ultimátum al reabrir su embajada en Cuba.
Pero no todo es tan simple como puede parecer. Aún quedan numerosas cuestiones problemáticas en las relaciones entre ambos países, entre ellos el coste del bloqueo al pueblo cubano, las sanciones y multas impuestas por EE.UU. a entidades por mantener relaciones con Cuba y la devolución de la base militar de Guantánamo.
Y se aplica no solo a Cuba, sino a países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua que condenan abiertamente el genocidio israelí del pueblo palestino, el uso de las fuerzas armadas contra Libia, los planes de EE.UU. e Israel de "operaciones preventivas" contra Irán, que promueven proyectos económicos a gran escala como el Gran Canal de Nicaragua.
Los planes de largo alcance
Y para vengarse de los países "molestos" para EE.UU. el presidente Barack Obama va a seguir obedientemente las recomendaciones del Club Bilderberg. Y uno de sus métodos es una unión con México. Así, en una de las reuniones con el expresidente Felipe Calderón Obama dijo: "No estamos divididos por las fronteras".
Según destaca Nikandrov, sirve de recordatorio del problema geopolítico principal planteado por Bilderberg para los países del hemisferio occidental: la eliminación de las fronteras nacionales y la creación de la Unión Americana, que en la primera etapa debe integrar a EE.UU., Canadá y México.
Los planes de futuro son la inclusión gradual de los países de América Central y Colombia, que, según los planes de Bilderberg, serviría de caballo de Troya para introducir conflictos y luchas en el proyecto de integración de América del Sur.
Otro objetivo de importancia primordial en América Latina es Bolivia, y su presidente Evo Morales, que defiende los intereses de indígenas que, según Bilderberg, son naciones condenadas que impiden la realización de su particular El Dorado.
En general, se puede decir que el Club Bilderberg sigue cada vez más de cerca de lo que pasa en América Latina, lo que prueba la red avanzada de bases militares de EE.UU. en la región, ejercicios militares continuos y la guerra de información.
Comenzó la cuenta atrás
Los expertos en la materia de Bilderberg destacan que solo unos miembros seleccionados del Club conocen la verdadera estrategia del grupo, ya que es responsabilidad exclusiva de 30 personas, que incluso no se revela en las reuniones anuales.
Tomando en cuenta este hecho se puede decir que la intervención militar directa en la región puede tener lugar cuando a uno de ellos le venga la idea, en otras palabras: en cualquier momento.
Y parece que ya ha empezado la cuenta atrás con planificadas manifestaciones multitudinarias contra Dilma Rousseff en Brasil, contra Rafael Correa en Ecuador, movimientos contra Evo Morales en Bolivia, sin olvidar la 'ucranización' de Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro.