Decenas de militantes del así llamado Ejército Sirio Libre (ESL) se rindieron a las tropas del gobierno el lunes en la ciudad de Zabadani, anunció el Comité de Reconciliación Nacional de Siria.
La ciudad está rodeada y las tropas del Ejército sirio y de Hezbolá han llevado a cabo en los últimos días avances en su interior.
Un gran número de militantes ha depuesto las armas y se ha rendido las autoridades sirias, señaló el site libanés Al Hadath News.
Varios comandantes del ESL, incluyendo Tareq al Zin, Ali Murad, Akram al Hurani, Munir al Aqa y Abdulá Rahmeh, se han rendido igualmente al Ejército sirio en el campo de Damasco, añadió el informe.
Estos acontecimientos se produjeron poco después de que el presidente Bashar al Assad ofreciera una amnistía a todos los desertores del Ejército durante un discurso televisado.
Él dijo que este discurso servía como un decreto general en ese sentido.
Assad dijo también que aquellos que habían luchado contra el Ejército sirio serían perdonados.
Ésta fue la tercera amnistía general declarada por el presidente Assad en los pasados cuatro años.
Cientos de militantes han abandonado sus armas y se han entregado las autoridades en diferentes áreas del país.
Este número parece haberse incrementado debido a las continuas ganancias del Ejército sirio en el campo de batalla.
El Ejército ha recuperado numerosas áreas, incluyendo sitios estratégicos, lo cual ha dejado a muchos militantes sin vías de aprovisionamiento y esto les ha obligado a rendirse.
Según la prensa británica, numerosos militantes de grupos extremistas como el Frente al Nusra y Ahrar Sham esperan la muerte tras el fracaso de los intentos de lograr una salida pactada de Zabadani en base a sus condiciones.
El plan fue rechazado por el Ejército, que señaló que no permitirá la salida de los militantes con sus armas e indicó que la retirada sólo podría tener lugar si aquellos deponen las armas y en el marco de los esfuerzos de reconciliación, tal como ha sucedido en otras ciudades como Homs.