Margarita Herdocia Mántica, presidenta de la Asociación Ticos y Nicas Somos Hermanos |
LABOR. Desmitificar las relaciones entre nicaragüenses y costarricenses es uno de los principales objetivos de la Asociación que una nica preside en Costa Rica.
Sobre la migración de nicaragüenses a Costa Rica se hacen muchos comentarios.
Se dice, por ejemplo, que más de un millón de nicas viven en Costa Rica, que solo los nicaragüenses se benefician con la migración o que los nicas son una carga para los servicios públicos ticos.
Sin embargo, todo o buena parte de esos comentarios son mitos y desmentirlos es uno de los objetivos de la Asociación Ticos y Nicas
Somos Hermanos, que preside en Costa Rica Margarita Herdocia Mántica, de 50 años, una nicaragüense que nació en la capital Managua, pero con la “pasión leonesa en la venas”.
De piel blanca, cabello rubio, ojos claros, voz gruesa, complexión menuda y rasgos finos, Herdocia afirma que ama a Nicaragua y Costa Rica, porque uno es su país natal y el otro su hogar, pero aclara que su amor por estos países no la ciega para reconocer los errores en ambos lados de la frontera.
Actualmente, se estima que más de 300,000 nicaragüenses viven en Costa Rica y la mayoría de ellos ha dejado su país natal en busca de trabajos en labores agrícolas, domésticas o de construcción.
“Costa Rica –asegura Herdocia– ha sido un pueblo buenísimo con los migrantes, pero es económicamente falso que los nicaragüenses sean subsidiados por la sociedad costarricense.
El país que exporta migrantes exporta riqueza. Nicaragua, en este caso, pierde”.
En Costa Rica, los nicaragüenses son uno de los grupos étnicos más numerosos del país y también uno de los más empobrecidos.
Solamente en La Carpio, un asentamiento a unos veinte minutos de San José, donde se calcula viven más de 20,000 personas, la mayoría de ellos nicaragüenses, un 45% son pobres y un 16% vive en condiciones de extrema pobreza.
“Está comprobado que cuando los grupos migrantes viven como guetos y aislados es malo para el grupo y para la sociedad anfitriona.
Entre más rápido se integre más amistad y prosperidad habrá, por eso tratamos de disipar los mitos que hay sobre la población nicaragüense.
Se cree, en general, que los pueblos que reciben migración son pueblos que ayudan al migrante, pero no es así”, comenta Herdocia, quien hace 22 años vive en Costa Rica.
En el 2007, la Asociación Ticos y Nicas Somos Hermanos e Incae Business School elaboraron un estudio sobre las afirmaciones y creencias comunes de la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica. “Trabajamos para saber qué es verdad y qué (es) mentira”, explica Herdocia.
“Es una realidad que Costa Rica ayuda muchísimo al migrante, que nos extiende la mano, pero es falso que sea en detrimento de su economía. Es al revés, somos un beneficio”.
ELIMINANDO MITOS
Herdocia ejemplifica con el caso del turismo en Costa Rica. “Esa industria no existiría si no estuviéramos los nicaragüenses trabajando en ella. Construimos los hoteles, limpiamos los cuartos, cuidamos las instalaciones, entonces quítele a esto cualquier gasto que pudiéramos generar y queda un superávit”, considera.
Datos del Instituto Costarricense de Turismo (ITC) muestran que a este país ingresaron en 2014 más de 2.5 millones de turistas, que generaron divisas superiores a los 2,500 millones de dólares.
Según Herdocia, también es un mito que los nicas son una carga para los servicios públicos ticos.
En el caso de salud, asegura que la mayoría solo usa la atención de emergencia y en cuanto a educación, estima que muchos emigran solos o en parejas, y es una excepción que lo hagan en familia, por lo que las escuelas están llenas de niños costarricenses, pero de padres nicas, que “como costarricenses tienen todo el derecho a estudiar sin ninguna discriminación”.
A ambos lados de la frontera, Herdocia estima que existen mitos que deben ser desmantelados. Cree que en el caso de Nicaragua, el más extendido es que los nicaragüenses son “maltratados y abusados en Costa Rica”.
Otras creencias comunes son que los migrantes crean desempleo y pobreza, que la migración ha bajado los salarios de los trabajadores costarricenses, que a Costa Rica vienen los nicas con menor educación y son quienes comenten más delitos, o bien que los costarricenses son xenófobos y los nicas no regularizan su estatus migratorio porque los trámites en Costa Rica son onerosos y engorrosos. Herdocia asegura que todo es falso.
Sin embargo, reconoce que cuando se aborda el tema del río San Juan, en ambos países se levantan ánimos xenófobos. “Los gobiernos desgraciadamente no han ayudado. Deberían hablar con sumo cuidado”, sugiere Herdocia, para quien “se puede defender el país sin ser xenófobo ni levantar ánimos que afecten a los migrantes”.
Surge por el caso Canda
TRAYECTORIA • La idea de crear la Asociación Ticos y Nicas Somos Hermanos surgió como respuesta al ambiente de hostilidad que se registró tras la muerte del nicaragüense Leopoldo Natividad Canda, devorado por dos perros Rottweiler la medianoche del 10 de noviembre de 2005, en presencia de siete policías, un vigilante y el dueño de un taller mecánico, en la ciudad de Cartago, Costa Rica.
“Ese hecho generó una ola de animosidad espantosa. Cuando sale la noticia se levanta una ola de odio en Nicaragua y Costa Rica, se da todo tipo de movimientos nocivos.
Aquí (Costa Rica) decían: ‘saquen a los Rottweiler para limpiar Costa Rica’; cuando los ticos llegaban a trabajar a Nicaragua les decían: ‘guau, guau, aquí vienen los perros ticos’.
En ese momento fue cuando se me ocurrió hacer algo que creara un puente”, relata su presidenta, Margarita Herdocia Mántica.
La Asociación nació en el 2006 como una organización sin fines de lucro, que trabaja con una junta directiva de diez empresarios: cinco nicas que viven en Costa Rica y cinco ticos. Actualmente, cuentan con más de 50 asociados activos de ambos países.
En Costa Rica, la Asociación no asiste de forma individual a los migrantes y no cuenta con una oficina de asistencia social o legal, pero sí fomenta a las organizaciones que lo hacen.
Entre sus actividades están el apoyo a conciertos de artistas de ambos países, competencias de música y celebraciones religiosas en las cuales ticos y nicas puedan integrarse.
300,000 nicaragüenses se estima que viven en Costa Rica. La mayoría se dedica a trabajos domésticos, de construcción y labores agrícolas, según fuentes costarricenses.
800 visas son extendidas en temporada baja en el consulado tico, según Javier Sancho Bonilla, embajador costarricense en Nicaragua, en declaraciones a la agencia EFE en mayo de 2014.
3,000 visas es aproximadamente la cantidad emitida en temporada alta: vacaciones de medio y fin de año y Semana Santa.
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/358532-es-falso-que-costa-rica-subsidie-migrantes-nicas/