El 88.8 % de los padres y madres de familia de Nicaragua consideran que tienen derecho de pegarle a sus hijos y el 76.4% opina que le pegan a los hijos porque los quieren, según la última encuesta de M&R Consultores.
El 80.6% respondió que le pegan a los hijos para corregirlos y solo el 18.2 % lo consideró un maltrato físico.
Pero si quien pega es el maestro, el 79 % lo considera maltrato y solo el 19.6 % lo considera corrección.
Solo el 3.4% de los nicaragüenses consultados cree que los padres que no les pegan a sus hijos es porque los quieren y un 13.3% no supo o no quiso responder.
La práctica de pegar a los hijos es heredada de los padres, pues el 83.9% de los consultados dijo que le pegaron cuando era niño, y el 86.1% considera que lo beneficio y sólo el 6.9% estima que lo daño.
Cuando se trata de los maestros solo el 39.5 % dijo que le pegaron siendo niño o adolescente y el 60.5 % respondió que no le pegaron los maestros, lo cual refleja un avance en la forma de educar en el sistema educativo formal.
La encuesta se levantó el estudio entre el 17 y el 30 de marzo de este año, entre 1,721 personas a nivel nacional, con un margen de error de +/-2.41% y un nivel de confianza del 95%.
Así como los padres dicen a los hijos que les pegan porque los quieren, también desde temprana edad, cuando se celebran los cumpleaños, al niño o la niña muchos padres y madres, les compran la piñata con su muñeca o muñeco preferido para pegarle hasta destruirlo, como parte de la celebración.
Vale mencionar que Nicaragua tiene altos índices de violencia intrafamiliar, lo cual tiene que ver en parte con la forma de educar que se ha practicado a lo largo de la historia.
