Baltimore, una de las ciudades más notorias de Estados Unidos, recuerda no solo a Ferguson, sino también a la incapacidad de los órganos policiales norteamericanos de proceder con transparencia en las detenciones de ciudadanos.
Pone sobre el tapete la irracional violencia policial contra miembros de las comunidades afroamericanas y, sobre todo, la vigencia del racismo en EEUU.
La muerte sospechosa de Freddy Gray, un joven afroamericano de 25 años, quien fuera herido en circunstancias no aclaradas mientras se encontraba bajo custodia policial y su posterior deceso en un hospital local por lesiones en la medula espinal, fueron el detonante de este nuevo capítulo de reclamo violento de justicia por parte de la población.
Luego de los funerales del joven afroamericano Freddy Gray la población de Baltimore, principalmente jóvenes afronorteamericanos –incluso muchos adolescentes-, salieron a la calle para reclamar justicia y repudiar a la violencia policial.
Los resultados fueron evidente: 15 policías heridos, 27 arrestos, comercios saqueados y autos incendiados.
Ho las autoridades locales han impuesto un toque queda desde las 22:00 horas hasta las 5:00 horas de mañana.
Como reporta Notimex, “en las calles Baltimore aún operaban autos de bomberos que tuvieron a su cargo durante la noche y la madrugada la contención de los siniestros.
Los manifestantes, casi en su totalidad adolescentes afroamericanos, arrojaron piedras, tubos y botellas a la policía, además de que saquearon licorerías y tiendas, destruyeron una patrulla policial y prender fuego a una farmacia y a autos particulares.”
Llama la atención que las autoridades, en vez de proceder con calma y buscando una solución que cumpla de inmediato con los reclamos de los ciudadanos que solicitan justicia, han decretado el estado de emergencia y movilizado cinco mil elementos de la Guardia Nacional.
Es la respuesta más cómoda para quienes promueven una mentalidad represiva y no hacen otra cosa que aumentar la repulsa popular.
El presidente Obama tuvo que intervenir ante una evidente falta de capacidad de las autoridades locales y estaduales para manejar la crisis.
Su llamado a moderación por parte de la policía es una evidencia de esta postura.
Su llamado a moderación por parte de la policía es una evidencia de esta postura.
Las heridas aún abiertas en la comunidad afronorteamericana tras las muertes injustificadas de Michael Brown y Eric Gardner, aún están frescas.
La solución para frenar la violencia policial y la discriminación tampoco aparecen. Mientras tanto, un pueblo cansado busca respuestas mediante la única vía que le dejan: la violencia.
Percy Francisco Alvarado Godoy.