Los jóvenes del Instituto Central Vicente Cáceres fueron víctimas de los gases lacrimógenos lanzados por los organismos de seguridad, para desarticular la manifestación que se llevaba a cabo a inmediaciones del bulevar Fuerzas Armadas de Comayagüela.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Estudiantes del Instituto Central Vicente Cáceres de la capital de Honduras fueron reprimidos este viernes por miembros de la Policía Militar y la Policía Nacional, mientras protestaban por las pésimas condiciones en las que reciben clases.
Los jóvenes del centenario colegio fueron víctimas de los gases lacrimógenos lanzados por los organismos de seguridad, para desarticular la manifestación que se llevaba a cabo a inmediaciones del bulevar Fuerzas Armadas de Comayagüela.
La brutalidad de ambas entidades llegó al extremo de lanzar granadas con gases tóxicos al interior del instituto, donde se agruparon los protestantes, quienes se vieron obligados a dispersarse por el efecto de las bombas.
Algunos de los jóvenes tuvieron que devolver los artefactos disuasorios, en el afán de evitar que el gas pimienta no afectara al resto de la población estudiantil.
Cabe mencionar que los estudiantes del Vicente Cáceres llevan tres días en protestas ante las últimas disposiciones del secretario de Educación, Marlon Escoto, quien ordenó que la jornada vespertina culmine al filo de las siete de la noche.
Los afectados dijeron que esa medida los perjudica porque algunos tienen que recorrer grandes distancias para llegar a sus casas; otros señalaron que eso los obligaría a retirarse porque viven en zonas controladas por las maras y pandillas, que han establecido un “toque de queda” al ordenar que todos deben estar encerrados a las 6:00 de la tarde.
Ante esos señalamientos, Escoto no se ha pronunciado si mantendrá la hora de salida a las 5:00 pm o si se empecina en modificar la jornada académica.
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