ANGELICA RUBIO / EL PLURAL – Lejos de callarse después de mentir y después de que desde el Ministerio de Exteriores se llamara a todos los medios de comunicación para presionar ‘a favor’ de la versión Margallo, el ministro más lenguaraz y amigo de meterse en todos los charcos, afirmó que las declaraciones de Zapatero a favor de sacar a Cuba del listado de países terroristas habían frustrado la extradición de dos etarras desde la isla caribeña.
Según Margallo, había pedido ayuda a la delegada estadounidense que negocia el restablecimiento de relaciones entre Norteamérica y la isla caribeña para lograrlo. Pasmoso.
Reconoce el ministro que no tiene posibilidad alguna de lograr él la extradición y que tiene que pedir ayuda a Estados Unidos.
El colmo de la estupidez es que el ministro afirma ante los medios de comunicación que pidió ayuda para un tema como la extradición de unos etarras a una delegada norteamericana que no ocupa un rango de primer nivel y que se encarga de restablecer las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
¿Alguien se cree que en medio de semejantes conversaciones, muy delicadas de por sí, la delegada norteamericana va a mentar a etarras? Es de nota.
Nada es casual,. El pasado sábado el diario El Mundo dedicaba su portada a que el Gobierno pedía la extradición a Cuba de dos históricos etarras.
Después de llevar dos días dando por buena la versión de Margallo y de acusar en una editorial a Zapatero de desleal. Cualquier periodista que se maneje en el mundillo madrileño sabía lo que eso significaba. Primero, que lo había filtrado Exteriores y no Interior, y en segundo lugar que se prepara otro ataque contra Zapatero.
Margallo dijo primero que Zapatero no había informado al Gobierno de su viaje a Cuba. Cuando se supo que lo había hecho diez días antes y por escrito, en vez de reconocer el error argumentó que solo se informó de cuestiones técnicas.
Falso. Por escrito se le informó que no había agenda cerrada, que cuando se cerrara ya en la isla se informaría al embajador. Zapatero recibió el anuncio de que lo recibiría Raúl Castro a su llegada al aeropuerto de la Habana, delante del embajador español. Si este no informó a tiempo al Ministro de Exteriores no es problema de Zapatero.
En vez de rectificar, Margallo ha seguido en su carrera loca de mentiras y ha culminado con la acusación gravísima de impedir extradiciones.
Las extradiciones de etarras las llevan los Ministerios de Interior y de Justicia y, en algunas ocasiones, intervine Presidencia del Gobierno si la cuestión es especialmente complicada. Exteriores puede intervenir, pero siempre bajo la batuta del Ministerio de Interior.
Margallo se ha caracterizado por hablar de todo y casi siempre de política nacional. Se hizo un experto en hacer declaraciones sobre la independencia de Cataluña, habla de Economía y de todo lo que se le ocurre, pero de política exterior más bien poco.
¿Por qué no estaba en la toma de posesión de Tabaré Vázquez? Jamás se ha visto un desplante mayor de un Gobierno a un Presidente latinoamericano, estaba el rey emérito, Juan Carlos, y Pedro Sánchez por el PSOE. Rajoy dando un mitin en Sevilla y la agenda de Margallo se excusaba pro la visita del Presidente de Colombia, solo que el domingo de recibir al presidente de Colombia se ocupó el rey Felipe VI. Margallo desprecia a Latinoamérica, pero resulta que en Latinoamérica tampoco le aprecian mucho.
Es más, en muchas sedes presidenciales no se le ponen ni al teléfono.