Pablo Gonzalez

Nueve millones de alfabetizados gracias al programa cubano Yo sí puedo


La Habana, Córdoba, Quito, Buenos Aires, Montevideo, La Paz, México, Luanda y Dili (PL).- Erradicar el analfabetismo es el objetivo principal del programa cubano para aprender a leer y a escribir Yo sí Puedo, que ya ha logrado alfabetizar nueve millones de personas. 

El proyecto se ha aplicado desde 2002 en más de 30 países de América Latina, África y Asia; Nueva Zelanda, en Oceanía, y España, en Europa, y existe en 19 lenguas o idiomas, entre ellas inglés y portugués, así como en lenguas autóctonas como aymara y quechua, y también está en sistema Braille, para invidentes. 

Yo sí Puedo permitió erradicar el analfabetismo en Bolivia, Haití, Nicaragua y Venezuela.

El método de alfabetización Yo sí puedo, desarrollado por Leonela Relys (1947-2015), a quien se le rindió homenaje permanente en el recién concluido Congreso Internacional Pedagogía 2015, ha demostrado que se puede alfabetizar a una persona en siete semanas. 

El método cubano ha contribuido a disminuir y erradicar el analfabetismo en muchas regiones del mundo, en virtud a que es constantemente perfeccionado y adaptado al contexto sociocultural y lingüístico, así como a las necesidades educativas y los intereses de cada población.

El método recibió el premio Mestres 68, otorgado en Calatunya, España, por un conjunto de instituciones como la Universidad de Girona y la Asociación de Maestros Rosa Sensat. 

El reconocimiento se sustenta en el compromiso del programa a favor de los sectores desfavorecidos de la sociedad y en su metodología didáctica del aprendizaje de la lectura-escritura como proceso de formación crítica y liberadora. Además, ganó el Premio Alfabetización 2006 Rey Sejong de la UNESCO.

El diseño del método tiene como base la experiencia cubana de la campaña de alfabetización en 1961, con la cual se alfabetizó a más de 707 mil habitantes. En solo un año, la tasa de analfabetismo del país quedó reducida al 3,9 por ciento, el cual incluyó a los impedidos físicos y mentales, a personas de muy avanzada edad y a 25 mil haitianos que no hablaban el idioma español.

En conversación con Prensa Latina, la doctora en Ciencias Pedagógicas Piedad Torres, de la Cátedra de Alfabetización del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, explicó que Yo sí Puedo está dividido en tres momentos: alfabetización, nivelación y postalfabetización. La alfabetización enseña la lecto-escritura que además les va a tributar a los aprendices cultura general y aspectos que les ayudarán a aprender cómo conducir la educación de sus hijos, la protección del medioambiente, la historia e identidad de sus países.

Este programa enseña a través de la vinculación de los números y las letras, teniendo en cuenta que los participantes compran y venden como parte de su vida diaria, y aun cuando son analfabetos conocen los números y los utilizan, a partir de ese conocimiento se han vinculado con las letras para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje, señaló Torres. El programa consta de 65 videoclases que llevan al participante y al facilitador todos los conocimientos necesarios para la autopreparación y la conducción del proceso con los alumnos.

La especialista comentó que en un segundo momento la etapa de nivelación consta de 22 lecturas que buscan sistematizar las habilidades de la lectura y la escritura, así como la comprensión escrita, la expresión oral y algunos aspectos de las operaciones de la matemática.

De acuerdo con Torres, la alfabetización en sí misma no aporta escolaridad al participante por eso en un tercer momento ya se le imparten asignaturas que le darán seis grados de escolaridad. Esas materias son lengua, historia y geografía del país donde se aplica, matemática, ciencias naturales, nociones de computación y de una lengua extranjera.

Los tres programas se contextualizan al país donde se aplica, insistió la experta, y para ello se toman en cuentan los rasgos económicos, políticos, sociales y culturales del país y sobre todo los elementos culturales que al final le aportan la identidad al programa en sí.

Millones de personas de 30 países han sido alfabetizadas con el método cubano Yo sí puedo, como materialización de la voluntad de la isla de contribuir a erradicar el analfabetismo, comentó el especialista José del Real, el jefe de Educación para jóvenes y adultos del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño. Este programa que se ha aplicado en Sevilla (España) en el corazón de Europa es resultado de lo que Fidel Castro definió muy temprano, incluso antes del triunfo revolucionario, de la necesidad de elevar la cultura y la educación en Cuba, “simplemente que hoy se lleva a otros pueblos”.

Unos 24.075 argentinos han aprendido a leer y escribir gracias al método Yo sí puedo, que se aplica en ese país desde 2003, destacó el pedagogo cubano Guido Navarro, responsable de esta campaña alfabetizadora. Participan en ella como asesores 15 educadores provenientes de Cuba que laboran en 54 municipios de 11 provincias, que apoyan el trabajo de 400 facilitadores argentinos. Miles de argentinos han aprendido a leer y escribir en sitios remotos, intrincados en las provincias de Jujuy, Misiones y Chaco. El empleo del programa cubano se extendió a San Luis, donde se imparten clases en cuatro grupos con el objetivo de erradicar el analfabetismo en esa central provincia.

De igual manera, desde 2011 más de 300 mil ecuatorianos fueron alfabetizados en 13 provincias del país con el programa Yo sí puedo, logrando reducir el índice de analfabetismo del 6,5 al 3,5 por ciento de la población mayor de 14 años en las provincias más atrasadas.

En Uruguay el programa “En el país de Varela: Yo Sí Puedo” enseñó las primeras herramientas para leer y escribir a más de cinco mil personas en el cuatrienio 2007-2011. La iniciativa es un proyecto socioeducativo dirigido a mayores de 14 años iletrados y además de los aprendizajes básicos tiene como objetivos conocer y ejercitar los derechos ciudadanos, elevar la autoestima y ampliar el horizonte cultural de los participantes.

En Bolivia, el método cubano ayudo a instruir a 824.101 personas desde 2006 hasta agosto de 2012. Además, más de 80 mil ciudadanos bolivianos se beneficiaron del programa de post-alfabetización Yo, sí puedo seguir, que brinda educación a personas mayores y jóvenes de 15 años en adelante, quienes abandonaron la enseñanza por diferentes motivos. Desde 2006 Bolivia bajó a un 3,7 por ciento el analfabetismo en los 337 municipios del país. La Unesco declaró a Bolivia como territorio libre de analfabetismo el 20 de diciembre de 2008.

Por otro lado, se estima que 570 mil personas fueron alfabetizadas con el programa cubano “Yo sí puedo” en los diferentes estados de México, entre ellos Michoacán, Oaxaca, Tabasco, Puebla, Chimalhuacán, Guerrero, Veracruz, Nayarit, San Luis Potosí, Coahuila, Quintana Roo, Chiapas y Nuevo León, así como el Distrito Federal. Dentro de esa labor pedagógica se destacan los resultados en el municipio de Chimalhuacán, del Estado de México, donde de un índice de analfabetismo de 5,6 por ciento en 2005, se descendió a 1,6 en 2013, el más bajo del país. Allí fueron alfabetizados un total de 13.447 alumnos.

Destacan en África los aportes del método cubano

La aplicación del método cubano de enseñanza Yo sí puedo permite que miles de angoleños aprendan a leer y escribir y se inserten mejor en la vida económica y social de ese país africano, afirmó el coordinador provincial del Programa de Alfabetización en Huambo Pedro Manuel Chiyaya. Según fuentes educacionales, desde 2010 hasta 2012 el método de enseñanza permitió alfabetizar a más de 380.650 personas en nueve provincias angoleñas.

Con el Eu Sim Posso (Yo sí puedo) analfabetos aprenden con notable facilidad en un curso de tres meses. El avance del programa en los 11 municipios y 37 comunas de Huambo se debe al trabajo coordinado de los asesores cubanos y supervisores y facilitadores angoleños, con apoyo del gobierno y otras organizaciones sociales y políticas.

En Angola el proceso de alfabetización comenzó en 2008, con la etapa de exploración. Posteriormente, en 2010, el método de enseñanza se extendió a cuatro provincias en una llamada etapa de generalización: Luanda, Benguela, Bié y Huambo. El capitalino Cuartel Militar de Reparaciones se convirtió en la primera localidad en Angola en declararse Libre de analfabetismo.

En Timor Leste, el ministro de Educación Bendito Freitas realzó la solidaridad de Cuba con su país durante el cierre de la primera fase de la campaña de alfabetización con el programa cubano Yo sí puedo. Al finalizar la etapa se alfabetizaron 196.636 personas, que representan más del 95 por ciento de los analfabetos registrados en el país.

* Con reportes de los periodistas de Prensa Latina Martin Hacthoun, Nuriem de Armas y Oscar Bravo Fong.

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