Arthur González//Algunos cubanos radicados en Miami que han vivido del cuento de ser “exiliados”, tratan de inventar historias que justifiquen su actitud cocodrilesca en contra del Gobierno cubano, pero la verdad se impone por mucho que pretendan engañar a la opinión pública.
En ese aspecto los documentos desclasificados de la CIA y de la Casa Blanca se encargan de aclararlo todo.
A partir de la decisión del Presidente Barack Obama, de restablecer las relaciones diplomáticas con La Habana, se desató la rabia entre la mafia anticubana y poniéndose en evidencias los que se oponen a esos cambios.
Recientes publicaciones pretenden hacer creer que las autoridades cubanas han engañado al pueblo durante 56 años, con el cuento de que “el lobo se quiere comer a los cubanos”, como si la historia no fuese cierta.
Algunos “desmemoriados” olvidaron que el 1er plan de Acción Encubierta de la CIA, aprobado por Eisenhower en marzo de 1960, contempló entre sus líneas de trabajo la creación de la contrarrevolución, y las bandas terroristas en las montañas cubanas que asesinaron campesinos, maestros y civiles inocentes.
El Coronel Jack Hawkins, jefe de la Sección de personal paramilitar en el centro de operaciones de la Fuerza de Tarea de la CIA, en la “Operación Cubana”, señaló sin pudor:
“…durante el período comprendido entre octubre de 1960 y el 15 de abril de 1961, se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra objetivos políticos y económicos, se colocaron más de 200 bombas.
Se descarrilaron 6 trenes, se dejó inactiva la refinería de Santiago de Cuba durante una semana, como resultado de un ataque sorpresivo desde el mar. Se provocaron más de 150 incendios contra centros estatales y privados, incluyendo 21 viviendas de comunistas y 800 incendios en plantaciones de caña”.
Según su informe: …“Esas operaciones lograron un éxito considerable. Las embarcaciones que prestaban servicio de Miami a Cuba entregaron más de 40 toneladas de armas, explosivos y equipos militares e infiltraron y sacaron a un gran número de personal.
Algunas de las armas entregadas se utilizaron para pertrechar parcialmente a 400 guerrilleros [léase: bandidos] que operaron durante un tiempo considerable en el Escambray, (zona montañosa) de la provincia Las Villas.
La mayoría de los sabotajes perpetrados en La Habana y otros lugares se realizaron con materiales suministrados de esta manera”…”
La invasión de un ejército mercenario en abril de 1961, que en Miami le llaman Brigada 2506, es otra prueba que “el lobo” si quería comerse a los cubanos, los que en su inmensa mayoría apoya el proceso revolucionario. Ninguna de esas operaciones fue un cuento de hadas.
Otra de las tergiversaciones que pretenden implantar como verdades desde la Florida, es que existe la necesidad de un “Pacto Nacional entre todos los cubanos con una hoja de ruta”, a fin de crear “un clima de diálogo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos que se extienda y ponga en acción uno entre el Gobierno y el pueblo de Cuba”.
¿Con qué cubanas y cubanos hablaron para afirmar que el pueblo de la isla desea tal propuesta?
La mal llamada oposición interna, creada, abastecida, entrenada y orientada desde la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, no tiene representación alguna en el pueblo, y de eso se encargó de trasmitírselo a su Gobierno el propio jefe de la misma Jonathan Farrar, en un cable confidencial enviado al Departamento de Estado y a la CIA, remitido el 15 de abril del 2009 a las 13:33:00 con el ID 202438, donde afirmó:
“…Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos que no trabajan bien en equipo…”
“…los disidentes son poco conocidos en Cuba fuera del círculo de los diplomáticos extranjeros y la prensa…”
“Las encuestas informales que hemos hecho muestran que sus agendas son prácticamente desconocidas…” “…el movimiento disidente está seriamente penetrado por la seguridad del estado…” “… su impacto en la sociedad cubana es muy poco y no ofrecen una alternativa política al gobierno…” “… dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día de los principales organizadores y sus seguidores…”
“Pese a sus afirmaciones de que representan a “miles de cubanos”, vemos muy pocas evidencias de ese apoyo…” “…la casi totalidad están desconectados de la vida en el país…
” Sin un verdadero milagro no es probable que el movimiento disidente pueda reemplazar al gobierno cubano…” “…es improbable que desempeñen algún papel significativo en cualquier gobierno que asuma después de los Castro”. “
Si esto es cierto, ¿dónde está el conflicto entre los cubanos y el supuesto freno de la dirección política cubana?
No es casual que los líderes de la mafia anticubana se opongan a las actuales medidas anunciadas por Obama; ellos conocen sus mentiras y temen que el intercambio comercial los anule políticamente y pierdan los millones de dólares que desde hace medio siglo reciben por inventar represiones, violaciones de derechos humanos y muchos globos más que los propios representantes diplomáticos norteamericanos se encargan de desinflar.
Las historietas de lobos, brujas y encantamientos maléficos se escriben desde Miami, pero en Cuba nadie siente temor porque como dijo José Martí, ¡donde hay valor hay academia! Y en eso a Cuba nadie le gana.