Un proceso penal ha sido iniciado contra María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del exalcalde Iguala (Guerrero), localidad donde en septiembre desaparecieron 43 estudiantes.
Según las autoridades federales, las pruebas aportadas indican que la mujer adhirió al cártel Guerreros Unidos desde “por lo menos desde el 2005 y hasta la fecha de su detención”.
En un comunicado, el Poder Judicial informó que el papel de Pineda Villa era supuestamente “dar protección y apoyo económico” a ese grupo delictivo “a través de la compra de bienes muebles e inmuebles o bien, trasladando e invirtiendo numerario producto de la venta y distribución de droga, principalmente en el estado de Guerrero y otras entidades federativas en las que dicho cártel tiene presencia”.
La mujer está acusada de delincuencia organizada y operar con recursos de procedencia ilícita.
Pineda Villa fue arrestada junto con su marido José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, el 4 de noviembre. Ambos habían estado prófugos durante más de un mes y eran buscados por su presunta participación como autores intelectuales de los ataques contra los estudiantes de magisterio de la Normal Rural de Ayotzinapa ocurridos en Iguala el 26 de septiembre.
En dichos ataques murieron 6 personas y 43 estudiantes fueron entregados por policías locales a Guerreros Unidos, el cártel que se encargó de asesinarlos, calcinar sus restos y arrojar las cenizas a un río para borrar evidencias, según la versión de la Fscalía mexicana.
Las autoridades también constataron que las declaraciones tributarias de Pineda Villa de 2009 a 2012 “presentan una diferencia de ingresos no comprobables de 3.286.641 pesos (más de 234.000 dólares).
Pineda Villa recibió también de 2009 a 2014 depósitos en cuatro cuentas bancarias por 13. 722. 849 pesos (937.000 dólares) “recursos que, con probabilidad, procedían ilícitamente del grupo delictivo”, añadió el comunicado.
Pineda Villa se encuentra recluida en el Centro Federal Femenil Noroeste en el estado occidental de Nayarit. Su marido también está encarcelado y sujeto a proceso penal por delincuencia organizada, el secuestro de siete personas y el homicidio de otra más.
Un centenar de alumnos y padres de la escuela rural Ayotzinapa, donde estudiaban los 43 normalistas desaparecidos, irrumpieron ayer por la fuerza en un cuartel militar de Iguala y fueron repelidos por uniformados con gases lacrimógenos.
Los manifestantes exigían que se les permitiera entrar a buscar a los estudiantes desaparecidos en el cuartel militar de la zona 27, ubicado en una céntrica calle de la ciudad, a 191 km de la capital mexicana.
Ante la negativa de los uniformados, tomaron por la fuerza un camión de una empresa de refrescos con el que rompieron una de las puertas principales del campo militar e ingresaron unos 20 metros, hasta que soldados y policías les impidieron continuar usando gases lacrimógenos y extinguidores para contenerlos.
En los enfrentamientos 4 personas resultaron con heridas no graves.
