El protagonista del nuevo escándalo de espionaje estadounidense en suelo alemán se llama Markus R., tiene 32 años y es un doble agente que el pasado mes de julio habría robado un documento calificado de "alto secreto" por los servicios de inteligencia alemanes y que contiene una lista clasificada con el nombre y el correspondiente alias de 3.500 agentes alemanes del Bundesnachrichten Dienst (BND). Según el diario alemán Bild, que ha destapado este robo, aproximadamente la mitad del personal secreto del BND ha quedado al descubierto.
Los agentes de la lista, pertenecientes al departamento EA del BND, están vinculados a embajadas alemanas en el extranjero y a áreas operativas del ejército.
Sus misiones suelen estar relacionadas con los trabajos para evitar ataques contra soldados alemanes y sus aliados así como con la recogida de información sobre posibles objetivos hostiles tanto para Alemania como para los socios de la OTAN.
Se ignora el momento en el que Markus R. se hizo con la información clasificada. Lo único establecido hasta ahora es que descargó el documento en un ordenador en su casa y que este fue confiscado en un registro realizado en verano de 2014.
Hasta ahora no había sido analizada por completo la información que almacenaba el ordenador y el análisis ha dado como resultado esta inquietante sorpresa.
El diario Bild sugiere que el doble agente habría tenido tiempo y ocasiones suficientes como para vender esa información a terceros, como los servicios de inteligencia chinos o rusos.
Markus R. fue detenido a principios de julio pasado, tras descubrirse que entre 2012 y 2014 había estado traficando con información entre la CIA y el BND. Esta última información sobre sus actividades ve la luz en un momento en que los estados miembros de la Unión Europea viven las consecuencias de los atentados de la semana pasada y se plantean ampliar las competencias de los servicios secretos y de la policía, de forma que puedan intercambiar datos con mayor fluidez no sólo entre los estados miembros, sino también con EEUU.
Washington había propuesto anteriormente ese proyecto pero el Parlamento Europeo lo había bloqueado para proteger la privacidad de los ciudadanos. Mientras que el partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) aboga por dar el paso, su socio de Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD) no está de acuerdo, en especial en lo que respecta al almacenaje de datos. Obama ha defendido el proyecto alegando que el intercambio de datos ha ayudado en numerosas ocasiones a evitar atentados terroristas en Europa.
Para la prensa alemana no ha pasado desapercibido el detalle de la ausencia de Obama en la manifestación del pasado 11 de enero. Handelsblatt tituló ¿Dónde está Obama?", Der Spiegel constató que Obama no estaba en París" y e las páginas de Frankfurter allgemeine pudo leerse "Ningun americano en París".
Tomado de http://www.elmundo.es
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