La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, instó hoy a la oposición a reconocer su derrota en las urnas, desmontar el palenque y dialogar para impulsar los cambios que el país necesita.
Cualquier resentimiento de quien perdió en los recientes comicios muestra incomprensión con el proceso democrático, afirmó Rousseff en un acto con líderes del Partido Social Democrático, celebrado en el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia).
Puntualizó que un gobierno debe trabajar para todos los electores, independiente de cual fue el voto de cada ciudadano, pero lo que no se puede crear barreras, tipo muro de Berlín, pues generaría un cuadro caótico para Brasil.
“Hay que saber perder en una democracia”, esto es parte de juego, un lado gana y otro pierde, subrayó al referirse a sectores de la oposición renuentes a reconocer su triunfo en las urnas y que piden a los militares su derrocamiento.
La mandataria destacó que las elecciones contribuyeron a la profundización de la democracia en Brasil, por lo cual dijo que es hora de dejar atrás las divergencias de la campaña comicial, sentarse a dialogar en beneficio de toda la nación.
El momento ahora es cambiar el ritmo de las discusiones, abrir la plática con los movimientos sociales, con los gremios y el Congreso, donde en este último están representadas las diferentes fuerzas políticas de la nación, aseveró.
La jefa de Estado reiteró su compromiso de implementar una reforma política y vaticinó el respaldo de la militancia del PSD, a cuya agrupación agradeció por el apoyo ofrecido durante la contienda electoral.
Esta organización integra la coalición de gobierno y estará su lado en un segundo mandato, señaló.
