Los responsables de un fraude académico que obligó a anular un examen de ingreso universitario en Cuba en mayo pasado fueron condenados a penas de hasta 8 años de cárcel por un tribunal de La Habana, informaron este martes medios oficiales.
La fiscalía halló culpables a siete personas, un trabajador de imprenta y seis docentes relacionados con la enseñanza preuniversitaria en La Habana, por los delitos de “hurto, revelación de pruebas para la evaluación docente y actividades económicas ilícitas”.
La mayor condena, de 8 años de cárcel, recayó en el empleado de una imprenta del Ministerio de Educación Superior que “se apropió de varios ejemplares de las pruebas correspondientes a las asignaturas de matemática, español e historia y procedió a venderlas a otras personas en la suma de 180 pesos convertibles (180 dólares)”, indicó el periódico Granma.
Tres profesores de institutos preuniversitarios que comercializaron y ayudaron a sus estudiantes a resolver los exámenes fueron condenados a penas de 4 ó 3 años de prisión.
Otras tres personas recibieron penas de 6 meses a 1 año, y de 2 años y medio, entre ellos un profesor y una metodóloga de matemáticas que usaron el examen para beneficiar a sus propios hijos.
Contra los seis docentes implicados, el tribunal también argumentó que sin autorización “se dedicaban a repasar grupos de estudiantes para su preparación a las pruebas de ingreso a la educación superior, a los que cobraban sumas de dinero en moneda libremente convertible”.
“El tribunal impuso además a todos los acusados las sanciones de privación de derechos públicos, la prohibición del ejercicio de la profesión para los vinculados a la actividad docente y estableció las prohibiciones migratorias pertinentes”, añadió Granma.
El periódico recordó que a consecuencia del hecho el Ministerio de Educación enfrentó nuevos gastos al tener que repetir el examen de matemáticas, modificar las pruebas de español e historia, y variar los cuestionarios de otras convocatorias.
El conocimiento de este fraude para ingresar a la universidad escandalizó a la opinión pública en Cuba, donde el año pasado la prensa oficial destapó un caso similar en el que dos profesores de un instituto y una trabajadora de imprenta robaron un cuestionario, también de matemáticas, y lo vendieron a estudiantes.