El desarrollo del comercio del oro por China tiene el potencial de acercar e iniciar una reforma completa del sistema monetario internacional que acabaría con el dominio de las monedas tradicionales, opina el economista Jim Willie.
La creación de la bolsa de oro de Shanghái –que es alternativa a la bolsa estadounidense Comex, usada para el comercio internacional de oro– representa el intento de China de obtener el control sobre el mercado del oro y acabar con la práctica de manipular el precio del metal a fin de proteger el dólar, opina el economista y doctorado en estadística Jim Willie, citado por 'Examiner'.
El control podría ser obtenido gracias a la creación de la infraestructura, que es una bolsa, y a poner el acento en la venta del oro físico en vez de instrumentos especulativos que no tienen que ver con las reservas físicas de oro, explicó el analista.
Desde 2012, recuerda Willie, la bolsa Comex permite finalizar las transacciones sin que el oro tenga que transportarse físicamente al nuevo propietario. Una vez que el nuevo propietario demandara ese oro y la entrega fallara se generaría una situación de miedo y los participantes del mercado huirían a una bolsa más segura, como la de Shanghái, que garantiza entregas físicas, indica Willie
Como consecuencia, todos los mecanismos especulativos utilizados en Comex para influir en el precio del oro desaparecerían, lo que llevaría al aumento del precio del oro hasta el doble del actual, o "precio real", según el citado experto.
El efecto dominó provocaría la reevaluación de las monedas de reserva tradicionales y el caos financiero posterior exigiría un reinicio completo del sistema monetario del mundo, que podría volver al modelo del patrón oro, concluye Willie.
Varios expertos como Paul Craig Roberts ya advirtieron de esta posibilidad, agrega 'Examiner'. Ciertos países como Rusia y China ya dedicaron esfuerzos a fortalecer sus posiciones ante una posible inestabilidad mientras EE.UU. apostó por atrasar el cambio por medio de guerras e intervenciones destinadas a debilitar a posibles rivales y proteger el modelo del petrodólar, concluye el medio.