En un reciente artículo de opinión, un ex-funcionario de la CIA sugirió que la eliminación del presidente ruso, Vladimir Putin, asesinándolo si es necesario, debe ser el objetivo principal de la administración Obama en su estrategia para Ucrania.
Herbert E. Meyer, quien se desempeñó como asistente especial del director de la CIA durante el gobierno de Ronald Reagan, dijo que el objetivo principal de las sanciones de Estados Unidos contra Rusia “debe ser conseguir que los rusos que han mantenido a Putin en el poder, o que han tolerado que Putin esté en el poder, sean los que den el golpe de gracia”
“Si Putin es demasiado terco para reconocer que su carrera ha terminado, y la única manera de sacarlo del Kremlin es con los pies por delante y con un agujero de bala en la nuca, pues no hay problema: eso también nos iría bien”, ha indicado.
Para asegurar que Putin se va, Meyer sugirió que el gobierno de Obama debe crear una división entre la élite que domina los negocios en Rusia y el Kremlin. Esa división podría servir como catalizador para un atentado contra la vida de Vladimir Putin.
“Por esa razón, las sanciones pueden funcionar si el presidente norteamericano y sus homólogos europeos siguen apretando los tornillos; conseguirán sus objetivos si siguen haciendo que el comercio sea más difícil para los grandes hombres de negocios de Rusia, por ejemplo, mediante el bloqueo de su acceso al capital y si siguen haciendo la vida más miserable a todos esos oligarcas-playboy de Rusia, por ejemplo, mediante la cancelación de sus tarjetas de crédito y negándoles el derecho de aterrizaje de sus aviones privados”
“Después, los líderes occidentales solo tendrán que decirle a esos rusos, sin rodeos y públicamente, que todo esto terminará en el momento en que Vladimir Putin abandone el Kremlin”
Con estas palabras, el ex funcionario de la CIA se limita a describir una herramienta utilizada durante siglos en el “arte de gobernar”, consistente en que una potencia extranjera crea descontento y división entre los nobles de otro país y su principal gobernante, para conseguir así el eventual derrocamiento de ese gobernante.
Pero si ponemos estas palabras en el contexto del acelerado aumento de las tensiones entre Rusia y Ucrania, que podría desembocar en otra guerra mundial, la sugerencia de Meyer resulta especialmente preocupante, pues es probable que los funcionarios actuales de inteligencia occidentales también compartan puntos de vista similares.
Y la posible desestabilización del gobierno ruso con la pérdida de Vladimir Putin sólo crearía caos en Oriente, un caos que podría ser explotado por las élites financieras mundiales que no mantienen lealtad a ninguna nacionalidad.
“Todas las grandes crisis internacionales del último siglo han terminado con una mayor consolidación del poder mundial en manos de unos pocos, y esto no es algo casual”, escribió el periodista Brandon Smith.
Sin duda, hay fuerzas muy sucias actuando en estos momentos…
http://laverdadconspiranoica.com/2014/08/29/un-ex-funcionario-de-la-cia-propone-el-asesinato-de-putin/
