El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, prometió hoy una mayor colaboración militar con Ucrania y asistencia en la modernización de sus fuerzas armadas.
Durante un encuentro en esta capital con el autodesignado titular de la Suprema Rada (Parlamento), Alexander Turchinov, Rasmussen aseguró que en la cumbre bilateral de septiembre venidero, en Gales, la alianza dará pasos concretos para "fomentar una cooperación productiva entre las partes".
El jerarca del bloque dijo que Ucrania necesita un conjunto de reformas, en particular en la esfera militar, y la Rada debe desempeñar un importante papel.
Rasmussen adujo en rueda de prensa, sin embargo, que la OTAN no suministrará directamente armamentos a Kiev, sino que los suministros se concretan por países aliados, en el ámbito bilateral.
Indicó que Ucrania, aspirante a un estatus de socio privilegiado, podría participar en las maniobras de la alianza trasatlántica y recibir más ayuda. La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció al gobierno ucraniano equipos militares supuestamente para fortalecer la seguridad de las fronteras con Rusia.
Rasmussen aprovechó su visita a Kiev para anunciar la suspensión de la cooperación con Rusia, según él, en todas las esferas, desde Afganistán, hasta la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
Coincidentemente, el presidente Piotr Poroshenko sostuvo una conversación telefónica con el vicepresidente de Estados Unidos Joseph Biden, durante la cual el mandatario expresó gratitud por el apoyo constante de Washington a Ucrania.
Según el servicio de prensa presidencial, las partes discutieron una amplia gama de temas de cooperación en las esferas políticas, económicas y militares.
La estancia del jefe de la OTAN en Kiev coincidió con nuevos disturbios en la plaza de la Independencia, donde la policía comenzó a desarmar a los activistas y desactivar las barricadas y campamentos, instalados desde noviembre de 2013, cuando la ola de protestas antigubernamentales.
La limpieza de la plaza, prevista en víspera de la celebración de Independencia, el 24 de agosto, terminó en una batalla campal entre la milicia, el batallón antimotines y los partidarios del llamado Maidán, quienes lanzaron cócteles molotov y quemaron neumáticos, reportó la agencia Ukrinform. En el sureste del país, el Ejército continuó este jueves los bombardeos en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde a diario mueren decenas de civiles. Cruentos combates se registraron en las localidades de Górlovka y Snezhnoye, en el Donbass.
El portavoz de la operación militar de castigo en las regiones rebeldes, Andrei Lysenko, aseguró que las tropas entraron en acción 19 veces en los últimos días.
Las milicias de autodefensa dijeron que el Ejército trata de minimizar las bajas y las pérdidas en los enfrentamientos.
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