BRASILIA, Brasil.— “¡Gracias Cuba! ¡Gracias Fidel!”. Tales palabras, dichas en perfecto español a esta periodista, más que inesperadas resultaron conmovedoras.
Así agradecía una brasileña humilde y cariñosa la presencia de los médicos cubanos en su comunidad.
A ella se sumaron otros que manifestaron también sus deseos de hacer sentir a nuestros galenos como en casa, “mi país los admira y respeta”, “bienvenidos los médicos cubanos”.
“Todavía me parecen increíbles las muestras de afecto que recibimos a diario de nuestros pacientes.
En Cuba estamos más acostumbrados a esa calidez, pero aquí, realmente, nunca imaginé encontrar tanta aceptación”, confesó a Granma la doctora Yadira Rojas González.
Ella es una de los más de 11 mil galenos cubanos que desde hace alrededor de un año integran el Programa Más Médicos para Brasil, una de las políticas sociales que lleva adelante el Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff.
Dispersos por toda la geografía del gigante sudamericano, desde su llegada a estas tierras nuestros médicos han sabido ganarse no solo el respeto entre sus colegas brasileños, sino también el cariño y el reconocimiento de sus pacientes.
Miles de nuestros galenos desandan hoy los más recónditos e inaccesibles lugares de esta nación, y se enfrentan a obstáculos que en Cuba serían impensables.
Hasta la comunidad de Gama, ubicada en las afueras de la ciudad de Brasilia, llegó nuestro equipo de prensa para conocer sobre el quehacer cotidiano de estos hombres y mujeres que otra vez ponen en alto el nombre de la Patria.
Y aunque no es precisamente esta una de las zonas de más difícil acceso del país, el día a día también constituye para ellos todo un reto.
El Centro de Salud No. 3 de Gama, donde trabaja el doctor Ramón. Foto: / Foto del autor
En declaraciones a la prensa cubana, Felipe Proenzo, director nacional del Programa Más Médicos para Brasil, aseguró que de forma general se obtienen resultados significativos. “Los más de 3 mil 700 municipios donde se han distribuido tenían grandes dificultades para conseguir atención médica pues mayoritariamente son zonas rurales, en la periferia de las ciudades”.
De los más de 14 mil médicos que forman parte del Programa —comentó Proenzo— aproximadamente el 80 % son cubanos, de cuyo trabajo gran parte de la población brasileña se siente satisfecha pues contribuyen significativamente a elevar la calidad de la atención básica de salud.
En el Puesto de Salud No.3 de Gama, Sector Este, conversamos también con André Amorín, su director, quien considera el trabajo de los médicos cubanos muy importante para su comunidad. “Nosotros sentimos un gran respeto por los profesionales de la salud cubanos y por la historia de la medicina cubana. La cooperación que ahora nos ofrecen nos ha ayudado a mejorar la tasa de mortalidad y otros indicadores”, precisó.
“Son profesionales extremadamente humanos, con un tratamiento muy cercano y la población lo agradece. Por eso y por más, serán siempre bienvenidos”.
LLEVAR SALUD A TODOS LOS RINCONES
La doctora Yadira tiene 39 años, vive en la provincia de Holguín y esta es su segunda misión médica fuera de la Patria. Llegó a Brasil hace nueve meses y antes había estado por unos cuatro años en la República Bolivariana de Venezuela.
Bajo la protección de sus padres quedó en casa su pequeño de cuatro años, en quien no deja de pensar ni un segundo aunque ella sabe que “allá está bien cuidado, que nada le falta”.
Ubicada en el Centro de Salud No. 8 en la comunidad de Gama, Yadira no ha tenido que desandar todavía por inhóspitas zonas del Amazonas o comunidades indígenas, pero aun así considera que es una labor difícil.
El doctor Ramón ha logrado establecer una profunda relación con sus pacientes a pesar de que hace unos pocos meses que llegó a estas tierras. Foto: / Foto del autor
“La comunidad nos ha aceptado muy bien y eso realmente significa mucho, pero las barreras del idioma, las costumbres, el quehacer cotidiano y otras, son obstáculos que hemos tenido que aprender a sobrellevar con el tiempo”.
Y la satisfacción llega en las más variadas formas, “cuando nos sabemos parte de la mejoría de un paciente, o cuando voy por las calles y alguno de ellos me reconoce.
“Estamos en estas tierras para hacer lo que bien aprendimos en Cuba, lo que también ponen en práctica mis compañeros en el hospital holguinero Pedro Díaz Coello: llevar salud a cualquier rincón donde se necesite”, aseguró con firmeza.
LATINOAMÉRICA SE CRECE
“La relación que hemos logrado establecer médico-paciente ha sido profunda, una relación hecha con el corazón, hecha como nos enseñaron en nuestro país. Y eso, realmente, nos gratifica mucho”, así piensa el doctor Ramón Revuelta Trujillo, quien llegó a Brasil apenas en abril de este año.
Ramón es habanero y trabaja en el hospital Clínico Quirúrgico Salvador Allende, pero en estas tierras sudamericanas ha venido a ofrecer sus servicios en la atención primaria de salud, como el resto de sus compañeros.
En el Centro de Salud No. 3 de Gama, Sector Este tiene ahora su nueva trinchera de combate junto a todo un equipo de personal de la Salud brasileño.
“Las principales patologías que hemos atendido en este centro de salud son la hipertensión y el asma, también casos de diabetes.
A veces resulta un poco complicado el encuentro con el paciente pues sus costumbres médicas difieren en muchos casos de las nuestras, pero lo importante es ofrecerles una asistencia de calidad y al final la mayoría de ellos lo entiende”, explica.
“Tratamos de hacerles comprender la importancia de las dietas rigurosas en el caso de algunas enfermedades, la necesidad de realizar ejercicios físicos para combatir otras. Y poco a poco hemos logrado una compenetración en este sentido con ellos.
“Definitivamente con el Programa Más Médicos para Brasil Latinoamérica se crece y esta es una experiencia formidable para quienes nos formamos en Cuba, para quienes sabemos lo que significa la palabra internacionalismo.
Por eso estamos aquí en nombre de nuestro país, de la medicina cubana, de nuestro pueblo, de nuestro Comandante en Jefe”.
Así, realmente, es Cuba. Así son nuestros médicos, queridos también en Brasil, donde poco a poco han logrado ganarse un merecido prestigio no solo entre la población más humilde.
Y es que, tal como expresara a este diario el técnico en enfermería brasileño Pedro Gómez, decir Cuba por estos rumbos es también decir Fidel, es decir Patria, es decir amigo.
http://www.granma.cu/cuba/2014-07-16/vinimos-a-hacer-lo-que-aprendimos-en-cuba