El hecho de que recientemente varios estadounidenses vinculados con la Casa Blanca hayan recibido puestos en la dirección de las principales compañías energéticas de Ucrania demuestra que EE.UU trata de controlar el sector energético del país.
"La elite estadounidense será la primera en obtener beneficio, después de que con el consentimiento silencioso de Kiev haya tomado el control de los principales activos energéticos del país", dijo al diario ruso 'Svobódnaya Pressa' el principal especialista en seguridad económica de la Academia del Presidente de la Federación de Rusia, Veniamín Vutiánov.
Vutiánov explicó que el mayor productor privado de gas y petróleo de Ucrania, Burisma Holdings, a cuyo consejo de administración se incorporó recientemente Hunter Biden, el segundo hijo del vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, está explorando varios yacimientos en Ucrania, pero después de la reunificación de Crimea con Rusia ha perdido una serie de plataformas importantes.
"Podemos llegar a la conclusión de que es muy probable que los estadounidenses apuesten por el gas de esquisto. Además Ucrania no forma parte de la Unión Europea y como consecuencia no se rige por su estricta legislación medioambiental", dijo.
"Cualquier 'apoyo' de EE.UU. podría salirle caro al Estado, en cualquier caso van a hacer que devuelvan todo lo que han invertido.
Se trata de un proyecto de negocio. Por otra parte, la política y el negocio en los EE.UU. están muy interrelacionados.
Si las autoridades rusas apuntan las tareas para las empresas, en EE.UU. todo es al revés. Allí el negocio lleva a su gente al poder, que luego trabaja para él.
El redactor jefe del diario 'Problemy Natsionalnoi Strateguii', Azhdar Kurtov, expresa otro punto de vista insistiendo en que en el caso de Ucrania la geopolítica está en el primer lugar.
"El sector energético interactúa con la estrategia geopolítica de la Casa Blanca. Esto explica los intentos de EE.UU. de meterse en los proyectos energéticos en el Caspio en Azerbaiyán, Kazajistán, Turkmenistán.
No es ningún secreto que EE.UU. fue uno de los principales 'lobbies' de la construcción del oleoducto transcaspio", dijo.
"Las declaración de EE.UU. de que el gas de esquisto va a salvar a Ucrania son un farol. En caso de que los yacimientos produjeran beneficios, estos tardarían en llegar.
Esto no va a resolver ni los problemas energéticos, ni los sociales en la región".