Por: Chencho Alas
Faltan solamente dos semanas, el 1º. de Junio, para la toma de posesión de la Presidencia de la República por parte del profesor Salvador Sánchez Cerén.
Los ánimos están muy altos en las filas del FMLN y con razón.
Es la primera vez que un combatiente de la guerra que arrasó al país de 1980 a 1992, llega al supremo poder de la nación.
La guerra no se llevó a cabo debido a ambiciones personales de unos cuantos que querían sacar de casa presidencial, oficina cuasi-privada de la oligarquía, a los militares que se habían apoderado de ella desde 1932.
El origen de la guerra fue la concentración de la tierra en unas cuantas manos que se dedicaban a cultivos de exportación: café, algodón, caña de azúcar y en menor medida la ganadería.
Para dar un ejemplo, Miguel Dueñas, quien durante los años sesenta producía 50,000 qq. de café, era dueño de las tierras ubicadas entre San Salvador y Santa Tecla y de Nancuchiname, la hacienda más grande del país, en donde criaba aproximadamente 10,000 cabezas de ganado.
En esa hacienda, al lado de la bella iglesia de San Marcos Lempa, había hecho construir una cárcel privada, tal era su poder.
La suerte del campesino era completamente distinta. Arrinconado en los cerros, se dedicaba al cultivo del maíz y del frijol, la mayoría de los casos para consumo familiar, y en la época seca, después de sacar sus cosechas, emigraba a las fincas y haciendas a vender por un mísero salario su mano de obra. El pueblo se moría de hambre.
El origen de la guerra también se debió a la falta de escuelas, de materiales escolares y de profesores quienes eran muy mal pagados. A los oligarcas les era muy provechoso que un porcentaje de la población fuera analfabeta.
Ellos afirmaban: no se necesita saber leer y escribir para cortar caña o cosechar café.
Se debió también a la falta de clínicas, de hospitales, de medicinas y de médicos en los pueblos y en el campo. Se debió además, a la falta de créditos bancarios.
El poder y magia del dinero no debía llegar a todas las manos.
¡Un guerrillero sube a la presidencia! Su pasado no se puede borrar afirmando que también era profesor.
Para ARENA, quien sube a la presidencia es el comandante combatiente que gracias a los Acuerdos de Paz firmados el año 1992, se vuelve ahora por voluntad popular, presidente del país.
¿Está ARENA dispuesto a permitir que los juegos de la democracia hagan historia en El Salvador?
No estamos en Uruguay, donde los niveles de educación, de bienestar material, de conciencia democrática son elevados.
Nos encontramos en El Salvador que históricamente ha sido dominado por una de las oligarquías más conservadoras del Continente.
Muy pronto veremos que aves de mal agüero, -Álvaro Uribe, JJ Rendón y otros buitres del sur y del norte- llegarán a revolver las aguas. El pueblo tiene que estar consciente que los cambios y las victorias cuestan, que hay que estar con el ojo al Cristo, preparados para no perder los logros alcanzados y para profundizar en este nuevo período el proceso que se viene llevando a cabo.
Es muy importante que las organizaciones hagan análisis políticos y económicos de las formas cómo la derecha en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia ha tratado de derrocar a sus presidentes en los últimos años y cómo lo hizo en Chile, en la época de Salvador Allende.
La preparación tiene que abarcar no solo movilizaciones sino también el almacenaje de bienes necesarios.
Esperamos que se le haga honor al poder del voto, que se avance por la vía democrática, que el nuevo período tenga la creatividad necesaria para responder a las aspiraciones de las mayorías que son las necesitadas y que la derecha contribuya con espíritu de país a construir una sociedad más productora de bienestar.
Nota: Si yo estuviera en el poder en El Salvador, no permitiría la entrada de pirañas.
Austin, Tx, 18 de mayo de 2014
