Pablo Gonzalez

El Salvador: La hora de Flores

ODALYS TROYA – El caso del expresidente salvadoreño Francisco Flores (1999-2004) llegó a los tribunales luego de meses de dudas, incertidumbres y especulaciones acerca de su seguimiento por parte de la Fiscalía General de la República. 
A Flores se le acusó solo por peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia, sin embargo, una comisión parlamentaria que lo investigó considera que habría cometido también cohecho impropio, negociaciones ilícitas, actos arbitrarios, peculado, lavado de dinero y activos, así como falso testimonio.

Se habría apropiado de alrededor de 80 millones de dólares procedentes de Taiwán que esa provincia pagó por concepto de donaciones en una relación privilegiada, según aseguró el 7 de enero último el propio exmandatario.

De acuerdo con Flores, Taiwán pagaba a los gobiernos que le apoyaban en su interés de separarse de la República Popular China.

A este método le han dado en llamar “la diplomacia del dólar” por cierta similitud con la política de Estados Unidos, particularmente bajo la presidencia de William Howard Taft, que para alcanzar sus objetivos en América Latina y Asia Oriental hacía uso de su poder económico a través de préstamos.

El gobierno de Flores, como el resto de la región centroamericana, apoyaba incondicionalmente a Chen Shui-bian (al frente del gobierno de Taiwán de 2000 a 2008), quien está preso por corrupción.

Los exjefes de Estado Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, Enrique Bolaños y Arnoldo Alemán de Nicaragua, así como Alfonso Portillo de Guatemala, se vieron involucrados en actos de corrupción relacionados con sumas millonarias procedentes de Taiwán.

La acusación contra Flores en el Juzgado Primero de Paz de San Salvador se hizo el pasado 30 de abril, cuando apenas quedaba un mes para que la mayoría de los delitos que se le imputan prescribieran, de ahí la preocupación de buena parte de los salvadoreños y el presidente, Mauricio Funes.

Espero que el expresidente se someta ante la justicia, dijo el fiscal general, Luis Martínez, quien fue urgido por organizaciones sociales, diputados y el jefe de Estado para que acelerara la judicialización del caso.

Este escándalo salió a la luz cuando, en septiembre pasado, Funes hizo público un reporte del Departamento de Tesorería de la Red de Lucha contra Crímenes Financieros, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Dicho reporte refleja que Taiwán emitió tres cheques por un valor total de 10 millones de dólares, de su banco de Nueva York al banco Cuscatlán de Costa Rica y que éstos fueron emitidos a nombre del expresidente Flores, supuestamente para financiar las actividades del Instituto Libertad y Progreso.

Ese instituto se creó durante la administración de Alfredo Cristiani (1989-2004), adscrito al Ministerio de Justicia, para la titulación de bienes inmuebles, especialmente de familias pobres.

Para investigar el caso, la Asamblea Legislativa creó una comisión especial que llamó a Flores y a varios funcionarios de su administración a declarar.

El exgobernante admitió gestionar, recibir y distribuir ayuda monetaria de Taiwán de forma personal, por lo cual no hay registro de alrededor de 80 millones de dólares que habría recibido como donativos para atender las emergencias de los terremotos de 2001, la caficultura, la reconstrucción de los estragos del huracán Mitch, entre otras.

Flores, quien admitió el pasado 7 de enero recibir cheques de Taiwán de forma directa y entregar el dinero “en costalitos” en las manos de sus destinatarios, se encuentra desaparecido desde que interrumpió su segunda comparecencia ante los diputados el 29 de enero.

DESTINO PANAMÁ

Según un medio de prensa panameño, Flores se encuentra en una propiedad de la expresidenta Mireya Moscoso (1999-2004), quien al decir del presidente Funes es “muy apreciada por la Fundación Nacional Cubano Americana.”

Moscoso también es bien recibida por ese recodo anticubano porque indultó ilegalmente, el 26 de agosto de 2004, a tan sólo cinco días de entregar su cargo, al terrorista internacional y prófugo de la justicia venezolana Luis Posada Carriles junto a un grupo de seguidores de igual calaña.

Todos habían sido sancionados por los tribunales panameños por su demostrada participación en una acción para atentar contra el entonces presidente cubano Fidel Castro y miles de panameños reunidos en el Paraninfo Universitario durante la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno, en 2000.

Según un cable de la exembajadora norteamericana Linda Watt, dado a conocer por Wikileakes, su aliada Moscoso recibió sobornos millonarios para liberar a los terroristas.

A su salida del Ejecutivo, Moscoso también fue investigada por irregularidades en el manejo de 45 millones de dólares donados por Taiwán, aunque no llegó a ser auditada porque fueron entregados a fundaciones privadas, que sin embargo, eran administradas por íntimos allegados a su gestión.

“En casa de esta señora dicen que está alojado Flores y aprovechando su estancia allí, dicen que va a pedir asilo político”, comentó Funes.

El gobernante señaló que igualmente Flores es muy estimado por dicha Fundación debido al famoso debate con el líder cubano, Fidel Castro, en la Cumbre de 2000.

“Esto es interesante, todas las conexiones que van saliendo: el expresidente Flores, supuestamente hospedado en la casa de Mireya Moscoso”, reflexionó.

“Mireya Moscoso indultó a Posada Carriles y solicitó colaboración en su momento de las autoridades salvadoreñas para poder hacer escala aquí el avión que llevaba rumbo a Miami al señor Posada Carriles, ya indultado, después de que Cuba lo estaba reclamando por delitos de terrorismo”, añadió.

Agregó que (Flores), muy apreciado por la Fundación Nacional Cubano Americana, fue hasta homenajeado en Miami, donde está refugiado JJ (Juan José) Rendón, quien tiene una difusión roja de la Interpol, asesor del señor (Norman) Quijano junto con el expresidente Flores”.

“Qué entramado más complicado!”, ironizó el gobernante al tiempo que dijo que la operación que montó Flores pone en evidencia un modo de proceder que ha caracterizado a los gobiernos del partido Alianza Republicana Nacionalista aquí en El Salvador.

El presidente Funes instó a Panamá a no conceder asilo político a Flores, acusado por delitos de corrupción.

“Yo esperaría que el presidente (Ricardo) Martinelli piense bien, porque (Flores) no es un perseguido político, no es un perseguido por sus ideas políticas, en todo caso hay una persecución penal por delitos cometidos siendo presidente de la República”, exhortó Funes.

Flores pasará a la historia por ser el primer presidente salvadoreño acusado por corrupción.

*Corresponsal de Prensa Latina en El Salvador.

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