Sudán del Sur se enfrentará a una de las hambrunas más devastadoras de la historia en cuestión de semanas si antes de la temporada de la siembra no se toman medidas radicales para aliviar el hambre generalizada en el país africano, advierte la ONU.
Según cita el portal Care2.com al representante especial del secretario general adjunto de la Misión de la ONU en Sudán del Sur, Toby Lanzer, los dos próximos meses son cruciales para el país más joven del mundo y requerirían unos 230 millones de dólares en ayuda internacional.
Si esto no se hace de forma rápida, el país africano se encontraría al borde de la peor epidemia de hambre en África desde la década de 1980, cuando centenares de miles de etíopes murieron a causa de la inanición.
A conclusiones similares llegaron los jefes de organismos de las Naciones Unidas como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) durante sus visitas a los campos y pueblos de desplazados y refugiados de Sudán del Sur.
De acuerdo con la ONU, casi un tercio de los 10,8 millones habitantes de Sudán del Sur se enfrentan a la inanición de manera inminente.
Si estas evaluaciones son correctas, hay de tiempo hasta dentro de poco más de un mes antes de que termine la crucial temporada de siembra y empiecen las lluvias, que complicarán el acceso humanitario a las comunidades remotas.
Entonces ya será demasiado tarde para implementar cualquier tipo de medida.
Según los especialistas, los problemas del país son complejos y tienen múltiples facetas.
Sin embargo, el factor principal de la crisis es la fuerte ola de violencia tribal que comenzó a mediados de diciembre de 2013 y que prácticamente ha detenido la producción agrícola y ha desplazado de sus tierras a 800.000 personas.
Y eso teniendo en cuenta que el acceso a los recursos en el país ya era escaso.
Aunque el esfuerzo para restaurar el equilibrio debe hacerse tanto a nivel político como a través de la ayuda humanitaria, la cuestión más urgente es el dinero.
Los funcionarios de la ONU creen que otras crisis, como la siria, están desviando el presupuesto de Sudán del Sur, que ha recibido solo un tercio de los 1.270 millones de dólares que se asignaron al país para el 2014.