Un grupo de activistas, que abogan por promover la comida sana, escenificaron ayer en el centro de Moscú la expulsión de la hamburguesa estadounidense en respuesta a las sanciones de Occidente por la anexión rusa de Crimea.
Ante las miradas de asombro de los transeúntes, un activista vestido de hamburguesa marchó por la céntrica plaza Púshkinskaya de la capital rusa portando una maleta llena de la comida de McDonalds con la que supuestamente debía irse a su “tierra natal”, Estados Unidos.
También llevaba un cartel con la inscripción “La comida con alto contenido en grasas ha matado a millones de rusos durante los últimos 24 años” y otro que decía “Busco a quien me lleve al aeropuerto de Sheremétievo por 500 rublos (15 dólares)”.
“Hoy, el movimiento social ‘La verdad sobre la comida’ hemos decidido montar una acción para prohibir o restringir parcialmente las actividades de empresas de comida rápida como McDonald’s o Burger King”, explicó a Efe Maxim Rakshá, coordinador de la organización.
Precisó que en caso de que la propuesta sea estudiada y posteriormente aprobada los legisladores rusos debería afectar en primer lugar a las empresas extranjeras, “cuya comida contiene demasiada grasa animal”.
“Es una propuesta que se encaja en una serie de sanciones de respuesta rusa a las limitaciones de nuestro potencial económico por Occidente. Proponemos así asestar un golpe a la economía estadounidense”, señaló Rakshá.
Mientras, el hombre-hamburguesa aseguró que “se instalará bien en Estados Unidos y allí será más útil para la sociedad”, tras lo cual bajó al metro donde provocó numerosas carcajadas al no poder pasar por la puerta del vestíbulo debido al tamaño de su traje.
En 1990 McDonald’s abrió su primer establecimiento en la Unión Soviética, concretamente en la plaza Púshkinskaya, uno de tradicionales lugares de encuentro de los moscovitas desde tiempo inmemorial.
EFE / lainformacion.com