Pablo Gonzalez

Sodoma y Gomorra: Un Dios exterminador y genocida


Lo de Sodoma y Gomorra tiene mucha miga y, según cómo nos lo tomemos, mucha gracia.

Estas dos ciudades, situadas a orillas del mar Muerto, tenían fama de estar pobladas por gente perversa y dada a los placeres del sexo (el término “sodomía” proviene, precisamente, de Sodoma). 

El caso es que desaparecieron y no se sabe por qué. Pero la Biblia tiene una respuesta: las destruyó Dios.

El relato bíblico comienza con un insólito regateo entre Abraham y Dios, en el que el primero muestra tener más compasión que Dios e intenta que no destruya Sodoma y Gomorra, ya que en ellas habría, con toda seguridad, algunas personas buenas.

22 Los visitantes de Abraham se apartaron de allí y se fueron a Sodoma. Sin embargo, Abraham se quedó ante Dios,
 23 y acercándose a él le dijo:
—No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos. 24 Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. 
¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven? 25 ¡Tú eres el juez de toda la tierra! ¡Tú no puedes matar a los que hacen lo bueno junto con los que hacen lo malo! ¡Tú eres un Dios justo!

26 Y Dios le contestó:
—Si encuentro en Sodoma cincuenta personas buenas, por ellas perdonaré a toda la ciudad.

27 Pero Abraham volvió a decir:
—Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada.

 28 Pero, ¿qué pasará si en toda la ciudad sólo hay cuarenta y cinco personas buenas?
 ¿Destruirás de todos modos la ciudad?
Dios respondió:
—Si encuentro esas cuarenta y cinco personas, no la destruiré.

29 Una vez más, Abraham dijo:
—¿Y qué tal si sólo encuentras cuarenta?
Dios le aseguró:
—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad.

30 Pero Abraham insistió:
—Dios mío, no te enojes conmigo si sigo hablando; pero, ¿qué pasará si no hay más que treinta personas buenas?
Y Dios le dijo:
—Si encuentro esas treinta personas, no destruiré la ciudad.

31 Abraham volvió a insistir:
—Dios mío, realmente soy muy atrevido, pero ¿si sólo se encuentran veinte?
Dios respondió:
—Hasta por esos veinte, no destruiré la ciudad.

32 De nuevo dijo Abraham:
—Yo te ruego, Dios mío, que no te enojes conmigo, pero sólo insistiré una vez más. ¿Y qué tal si sólo se encuentran diez?
Y Dios le aseguró:
—Por esos diez, no destruiré la ciudad.

33 Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña.
— Génesis, 18:22-33

No me digáis que no tiene su gracia, dejando de lado que vemos a un Abraham misericordioso y a un Dios justiciero, dispuesto a matar a personas buenas (y malas, que también son personas).

Así quedó la cosa hasta que aparecieron los dos ángeles, con los que los malvados habitantes de Sodoma querían amancebarse (que digo yo que es menos malo que matar).

Hay algo de acción, como en las películas, pero finalmente…

24 En ese momento Dios hizo caer del cielo una lluvia de azufre encendido sobre Sodoma y Gomorra. 

25 Así fue como Dios acabó con las ciudades del valle y sus habitantes, y también destruyó toda la vegetación. 

26 Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en estatua de sal.

27 Al día siguiente, Abraham se levantó muy temprano y regresó a donde había estado hablando con Dios. 

28 Echó una mirada hacia Sodoma y Gomorra, y hacia todo el valle, y vio que del suelo se levantaba mucho humo, como si hubiera una gran hoguera. 29 Fue así como Dios destruyó las ciudades del valle. 

Pero se acordó de Abraham y salvó a Lot de la terrible destrucción que acabó con esas ciudades.
— Génesis, 19:24-29

Así fue cómo Dios exterminó a los pobladores y la tierra de dos ciudades, cometiendo genocidio. Aquí empieza la historia de un Dios exterminador, cruel y genocida.

 Le seguiremos la pista.

http://disenso.wordpress.com/2014/03/09/sodoma-y-gomorra-un-dios-exterminador-y-genocida/

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