Podemos estar en desacuerdo con las políticas imperialistas de EU en los conflictos armados, pero muchos soldados se enlistan en las fuerzas armadas como salida laboral en tiempos de crisis: después de todo la guerra es un crimen que, históricamente, paga.
Sin embargo, parece que no hay que estar vivo para cobrar.
A medida que las bajas estadunidenses en Irak y Afganistán aumentaban, el Congreso de EU decidió aumentar también el monto del seguro de vida de los soldados de $250 a $400 mil dólares, los cuales son entregados a la familia si el soldado muere en servicio.
La tasa de suicidios dentro de la milicia comenzó a elevarse en el 2005, probablemente por esta razón.
Según Alan Zarembo del LA Times, el soldado James Christian Paquette consultó a su oficial al mando sobre si su póliza de seguro de vida en el ejército podía ser cobrada si él cometía suicidio.
Se le aseguró que sí. Menos de dos semanas después se mató de un tiro, pero su familia pudo tener acceso a los $400 mil dólares del seguro.
La viuda de Paquette cree que James se suicidó para asegurar que ella y sus hijos estarían protegidos económicamente.
El año pasado 352 miembros activos del ejército de EU cometieron suicidio, más del doble que en la década pasada.