La desigualdad de ingreso en México triplica al promedio que registran los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Así lo dio a conocer el secretario general de este organismo económico internacional, José Angel Gurría Treviño, al precisar que el ingreso promedio de la décima parte de las familias mexicanas más pobres cabe 25 o 26 veces en el que perciben las familias más acaudaladas.
Al participar en el Seminario de “Perspectivas Económicas 2014″, organizado por el ITAM, el titular de la OCDE señaló que la desigualdad del ingreso en el mundo es una de las consecuencias más dañinas de la crisis capitalista internacional, que ya se prolonga por seis años.
América Latina ha sido tradicionalmente una de las regiones más desiguales, no más pobres, del mundo y México se cuenta entre los más desiguales, apuntó Gurría.
Como una de las consecuencias de las políticas neoliberales, ha habido una desigualdad creciente tanto en países avanzados como en desarrollo. En los tres primeros años de la crisis capitalista, la desigualdad creció más que en los 12 anteriores.
“Para dar una idea, en los países avanzados de Europa el ingreso del 10 por ciento de las familias más pobres cabe 9 veces en el ingreso del 10 por ciento de las familias más ricas. El problema es que hace una generación la cifra era de 6 o 7 veces. No sólo ha aumentado, sino que lo ha hecho a una enorme velocidad”, agregó Gurría.
En Estados Unidos, el ingreso de la décima parte de familias más pobres cabe 14 veces en el de los más ricos, mientras que en México esa relación es de 25 veces, es decir, 10 por ciento de los más ricos tienen un ingreso 25 veces mayor que los más pobres, mientras que en Brasil esta proporción es de 50 veces y en Sudáfrica de 100 veces.
“En el caso de México es casi tres veces el promedio de la OCDE, que ya de por sí es un 40 por ciento más alto que hace una generación”, precisó.
La Prensa