Un diario británico publica una emotiva carta escrita por un prisionero de 75 años en EE.UU. que se declara inocente de los asesinatos de los que se le acusa.
"Todo lo que puedo celebrar es el amor de mi esposa", escribió.
La misiva, publicada por el diario 'The Guardian', fue escrita por el ciudadano de nacionalidad británica Kris Maharaj, que lleva 27 años encerrado en una celda, acusado de dos asesinatos que, asegura, no cometió.
Este domingo, Maharaj celebró su 75 cumpleaños en la cárcel. Según la carta, su día será así: "Los guardias de la prisión me despertarán a las cinco de la mañana.
A las seis, gritarán que es hora de tomar el desayuno y algo que llaman 'achicoria' (que no es café de verdad).
Después me inyectarán insulina y me encerrarán de nuevo hasta eso de las 9:30 de la mañana.
Después deberían dejarme ir un par de horas al patio, junto con otros 600 'presos'", explica el reo.
Estoy arruinado, así que no puedo mantener a mi familia y mucho menos pagar mis apelaciones
Insiste en que es inocente y sospecha que los autores reales de esos dos crímenes fueron miembros de carteles de drogas de Colombia.
No será condenado a muerte, pero tampoco saldrá en libertad hasta que tenga 101 años, si es que alcanza a cumplirlos.
"Estoy arruinado, así que no puedo mantener a mi familia y mucho menos pagar mis apelaciones", lamenta Maharaj, antes de explicar que ha estado cerca de la muerte varias veces, "ya sea en la silla eléctrica de Florida o en el hospital de la prisión".
Asimismo, describe las penosas condiciones alimentarias.
Según cuenta, en la prisión se gasta de promedio unos 1,50 dólares por día en su comida.
El secreto para mantenerse con fuerzas Lo único que le mantiene a flote, dice, es el amor por su mujer.
En su emotiva carta explica que de alguna manera este año su cumpleaños superará a los celebrados cuando tenía un prometedor negocio de importación de frutas "porque ahora realmente sé qué es lo que significa el amor de verdad".
Aunque, como cuenta, "no habrá champán", afortunadamente su cumpleaños este año cae en domingo, día de visita.
Con ella, incluso esta media vida es digna de ser vivida"Este año voy a ver a mi esposa, Marita, tal vez durante dos horas enteras", escribe.
"Sin ella, hace tiempo me habrían enviado a un manicomio o a la tumba.
Con ella, incluso esta media vida es digna de ser vivida", concluye.