Pablo Gonzalez

Cañera valiente narró como la violaron y torturaron sin parar durante 3 semanas


"Me trataron como a una bolsa de papas, se portaron como caníbales y dejaron deshecha mi vida"

Una trabajadora del surco narró como la sometieron a violaciones múltiples y como el general Antonio Domingo Bussi, personalmente, mató a una mujer embarazada a la que la tortura había dejado ciega, luego de que pariera y de que le arrebataran su criatura. 
 
También narró como vio morir a un prisionero desangrado, y a otros, literalmente, pudrirse en vida. 
 
El testimonio de Josefa Nicolaza Oliva arrancó risitas de nerviosismo que se pretendían burlonas entre los imputados.
 
 La mujer, que luego de tres semanas de martirio y una breve temporada de reclusión en la Jefatura de Policía, fue liberada sin que se levantase contra ella cargo alguno, dijo que sus violadores se comportaron como "canibales" y la "trataron como una bolsa de papas".
 
 "Dejaron deshecha mi vida" remató, tras ofrecer mostrar las marcas y secuelas que la tortura dejó sobre su cuerpo. 
 
Otro testigo, el ex ministro José Ricardo Falú, afirmó que su hermano Lucho fue asesinado por el propio Bussi. 
 
Y un tercer testigo, mujer, narró que sus captores pretendían que les entregase a su hermana de 18 años.

"Eran unos caníbales, te violaban, te agarraba uno, te agarraba otro y luego otro", relató la primera testigo en declarar ayer en la Megacausa Jefatura II – Arsenales II en el Tribunal Oral Federal de Tucumán, relató Josefa Oliva que se se encontraba trabajando junto a otras personas en una finca cañera situada en Yacuchina, comuna rural "El Cercado", Monteros, cuando al mediodía un grupo de militares ingresón al lugar efectuando disparos al aire.

Luego, los asaltantes interrogaron en medio de golpes a todos los presentes y prendieron fuego a los vehículos que estaban en el lugar.

Hecho aquello, los llevaron a todos al centro clandestino de detención llamado "Santa Lucía". 
 
Allí Josefa fue brutalmente torturada y violada por espacio de aproximadamente tres semanas. 
 
Luego fue trasladada a Jefatura de Policía, donde fue fotografiada y le asignaron un número.
 
 Tiempo después, fue liberada en Monteros.

"Te tiraban arriba de ese camión como si fueras una bolsa de papa", contó sobre lo que padeció en su secuestro.
 
 "Eran unos caníbales, te violaban, te agarraba uno, te agarraba otro y luego otro", relató.

Josefa dijo que vio morir a alguien desangrado. 
 
También que a una mujer que estaba embarazada la dejaron ciega y cuando dio a luz la mataron. 
 
"Si vos hubieras dicho dónde está tu marido no te pasaba esto, le dijo Bussi y le dio un disparo".

Al escuchar esta parte del relato, los imputados comenzaron a reírse. 
 
Indignada, la abogada querellante Inés Lugones pidió respeto. 
 
En cambio, el defensor Facundo Maggio pidió que se someta a la testigo a pericias psiquiátricas..

"Era insoportable el olor a podrido", indicó Josefa. "Si ustedes me dejaran les puedo mostrar mi cuerpo para que vean cómo quedé. 
 
Dejaron deshecha mi vida", dijo antes de retirarse en memdio de una ovación y cerrados aplausos en reconocimiento a la valentía de su testimonio.

Otro de los casos que se trató fue el de Joaquín Ariño, estudiante universitario, desaparecido el 3 de junio de 1977. 
 
Declaró su hermano Pascual quien aseguró que el imputado, Chuchuy Linares, policía retirado. le había dado información a sus padres sobre la desaparición de Joaquín.

Linarez pidió entonces la palabra. Dijo que efectivamente conoció a Pascual, pero que no habló con sus padres.

También se abordó la causa sobre la desaparición de Luis Eduardo Falú, más conocido como "Lucho", ocurrida el 14 de septiembre de 1976. 
 
 Falú era estudiante de Historia y militante de Juventud Peronista y "fue asesinado por el propio Bussi con su puño y con su pistola" según afirmaciones de su hermano José Ricardo Falú ministro de Gobierno de Tucumán en el año 2000, en los fondos del Arsenal "Miguel de Azcuénaga" en Tucumán, en 1976.

Por este caso declaró la testigo BM (pidió reserva de su identidad) que dijo ser "Víctima y sobreviviente del terrorismo de Estado".

Contó que en junio de 1976 personas armadas con el rostro tapado ingresaron a su casa preguntando por ella. Luego habló sobre las torturas que vivió en el CCD del Reformatorio.
 
 "Comenzó una experiencia terrible, de sensación de muerte" y añadió "me cuesta hablar sobre esta experiencia. 
 
Cerré los ojos y bajé una cortina".

Respecto a sus interrogadores reconoció a "uno que se hacía llamar 'Vargas' y otro 'Pablo'".

BM comentó que mientras estaba secuestrada le mostraron una "tirilla con fotos carnet de estudiantes universitarios, miembros del movimiento estudiantil".
 
 Y que la obligaron a escribir una carta para su madre que decía que estaba detenida por un "comando antiterrorista".

Dijo que antes de liberarla, quisieron hacer un pacto con ella: dejarla en libertad a cambio de secuestrar en el mismo acto a su hermana menorde 18 años y que ella se negó de plano.
 
 Luego le dijeron que no haga denuncia, que no cuente lo que le había pasado, que sería vigilada. 
 
Tiempo después la citaron y se encontró en un bar con Vargas.
 
 La descripción coincidió con el imputado Varela, quien le hizo preguntas sobre Lucho Falú.
 
 Le dijo que vaya a su casa y arme una cita con él.

"Vos, creo que tenés tiempo, andate", le dijo BM a Lucho y éste le respondió que no se iría, que él no tenía militancia, '¿Por qué me llevarían a mí?', me respondió".

En este sentido, opinó que se trataba de "una presión contra la familia Falú, porque pensaron que los Falú se les habían escapado de las manos".

Por otro lado indicó que en el 'Reformatorio' reconoció la voz de OP, testigo que ya declaró en la causa. 
 
"Yo tenía 22 años y muchos sueños, que a pesar de todo no pudieron exterminarlos.
 
 Mis hijos y mis nietos quizás no tienen el mismo pensamiento que yo hace 40 años, pero, como yo, esperan un mundo mejor", destacó antes de retirarse, también en medio de aplausos.

"Se llevaron a mi tía en camisón y descalza" expresó el cuarto testigo de la jornada, María Mercedes Barrionuevo, sobrina de la secuestrada María Tránsito Barrionuevo, que tenía 31 años cuando fue detenida el 18 de mayo de 1977. 
 
Contó que su padre fue preso político y que su tía llevaba adelante la causa de su padre. 
 
"En el 1976 fuimos una familia muy señalada", recordó.
 
 María Tránsito fue liberada en Tafí Viejo. 
 
"Teníamos que ser muy cuidadosos por temor de que pudiera volver a ocurrir".

"Mi suegra nunca más se acostó en una cama porque seguramente su hija no tenía una" dijo la quinta testigo, Amalia Beatriz González de Calabró. 
 
Dio testimonio por la desaparición de Elda Leonor Calabró, apodada "La Petisa", abogada defensora de presos políticos y ex militante del Partido Auténtico, ligado a Montoneros. 
 
Tenía 38 años cuando fue secuestrada en la vía pública el 15 de junio de 1976.
 
 Permanece desaparecida.

Amalia contó que el mismo día se llevaron a su esposo, interceptado también en la calle.
 
 Y que los padres de Elda "entregaron dinero a todas las personas que les pudieran traer alguna información por mínima que sea".

"Elda desapareció, pero aquí mataron a toda la familia", dijo, y añadió que "la mamá malvivió 9 meses mas. 
 
Era un roble, pero la quebraron".

Por último dijo que tiempo después, por el testimonio de Raúl Elías, supieron que Elda Calabró estuvo detenida en Jefatura de Policía.

Fuente: El Diario.

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