Atacó y destruyó los derechos sociales de millones de ciudadanos/as
Hoy el mundo despertó con la noticia del fallecimiento de la exprimera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher (1979-1990), tristemente conocida como la "Dama de Hierro".
Durante su gobierno tomó medidas de fuerte corte neoliberal, junto a un amplio programa de privatizaciones que amputó al sector público más de la mitad de su patrimonio, clausurando, entre otros, las empresas del sector minero.
Las protestas de las Trade Unions fueron respondidas con dureza por Thatcher, quien logró hacer fracasar la gran huelga de mineros de 1984-1985, despojando a los sindicatos de poder, impulsando la flexibilidad laboral y la precarización del trabajo.
De esa manera se aumentó el crecimiento de las desigualdades y fenómenos de marginación en los suburbios urbanos del Reino Unido.
La película "Tocando el Viento" (Brassed Off) de Mark Herman (1996) recoge toda la desesperación de una clase trabajadora sacudida por las medidas neoliberales de la Dama de Hierro.
El discurso del director de la banda musical de los mineros que acaba de ganar el premio (minuto 1.36.40) es emblemático y más actual que nunca (ver aquí la película)
"Creía que la música importaba algo, pero no, porque no hay comparación con lo que significan las personas.
Que ganemos este trofeo no valdrá nada para la gente, pero que lo rechacemos, sí que es noticia.
En estos últimos diez años este maldito gobierno ha destruido sistemáticamente una industria entera, nuestra industria, y no sólo nuestra industria, nuestras comunidades, nuestros hogares, nuestras vidas, y todo en nombre del progreso y un poco de dinero.
Hace unos 15 días cerraron la mina de esta banda.
Mil trabajadores más que perdieron el trabajo y no es lo único que perdieron.
La mayoría perdió el gusto de ganar hace tiempo y algunos perdieron la gana hasta de luchar, pero cuando lo que se pierde son las ganas de vivir, de respirar...
Si estos mineros fueran focas o ballenas, todos ustedes se alzarían en armas, pero no los son, es gente normal y corriente, seres humanos honrados y decentes, y a ninguno de ellos les queda una sola gota de esperanza...
Sí, claro, son capaces de tocar una linda canción, pero ¿a quien le interesa?".