“Lamentablemente la Iglesia, tanto argentina como el Vaticano, apoyaron a la dictadura y no les interesó nada el problema de los derechos humanos“, afirma el abogado de derechos humanos Marcelo Parrilli.
Tras la elección del argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa, salen a la luz detalles de su vida, incluso cuestionables y oscuros como su tolerancia con la dictadura, su silencio ante las detenciones y asesinatos de sacerdotes que cumplían labores sociales al lado de las clases oprimidas y los pobres, así como su negativa a condenar las torturas aplicadas a miles de ciudadanos, los “vuelos de la muerte” y el robo de bebés.
“El caso en el que está implicado Bergoglio se denunció en el año 2005.
Es la desaparición de 2 sacerdotes jesuitas, que estuvieron secuestrados seis meses en la Escuela de Mecánica de la Armada, y también de un grupo de catequistas que desapareció para siempre”, comenta Marcelo Parrilli.