El Premio Nobel de Literatura de 1999, el alemán Günter Grass, quien a principios de año tildó a Israel como “una amenaza para la paz mundial”, ha publicado un libro de poemas con textos críticos hacia el programa nuclear del Estado sionista, y alabanzas al técnico israelí Mordejai Vanunu, quien desveló secretos militares atómicos de su país.
Grass invita, a través de su poema, a sacar a la luz los secretos militares de cualquier país que posea armas de destrucción masiva, en cualquier parte del mundo.
El libro salió a la venta este fin de semana, bajo el título de “Eintagsfliegen” (traducible en su sentido literal por “Mosca de un día” o “Flor de un día”), en el que elogia la figura del técnico israelí que pasó 18 años en la cárcel por presunto “espionaje”.
En 1986, desde el extranjero, el técnico nuclear difundió detalles del programa nuclear de Israel y las actividades militares. Ese mismo año fue secuestrado en Roma por el Mosad -el servicio secreto israelí- y condenado posteriormente a 18 años de prisión.
Vanunu filtró los datos al diario británico Sunday Times, mientras trabajaba en la instalación nuclear de Dimona (centro) de Israel, en el desierto de Negev, proporcionando evidencia convincente de que Tel Aviv poseía un arsenal nuclear.
Grass publicó meses atrás un controvertido poema en un diario alemán, en el que acusaba a Israel de poner en peligro la paz mundial. El escritor provocó un gran revuelo al denunciar un posible “ataque preventivo” de Israel sobre Irán.
En esta ocasión, el escritor dedica uno de los textos de su último libro a Vanunu, al que califica de “héroe de nuestro tiempo” y “modelo a seguir”.
El poema encendió la ira de la comunidad judía y el rechazo de la clase política alemana, con pocas excepciones, ya que rompía la regla no escrita en ese país, por responsabilidad histórica, de guardar una cautela extrema frente a la política de Israel.
Las autoridades israelíes declararon a Grass “persona non grata” y dijeron que el texto “alimentaba las llamas del odio contra Israel y su pueblo”, en palabras del ministro del Interior, Eli Yishai.
Grass nunca se retractó del contenido de ese poema, aunque sí lo retocó y sus críticas no se dirigen ya a la “potencia atómica de Israel”, sino del “actual gobierno de la potencia atómica de Israel”.
La construcción de la primera planta nuclear israelí se inició en 1958, fabricando decenas de ojivas nucleares desde la década de 1960. El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter ha denunciado que Tel Aviv posee entre 200 y 300 ojivas nucleares.
El régimen de Israel, el único poseedor de armas nucleares en Oriente Medio, nunca ha desmentido ni confirmado la producción de cabezas nucleares. Además, se ha negado a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y tampoco acepta que los observadores internacionales inspeccionen sus instalaciones.
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