Pablo Gonzalez

La consolidación del fascismo



Hemos señalado que Panamá es la escuela en la que los países del mundo deben sentirse reflejados en torno al desarrollo de los acontecimientos políticos que los Amos del Mundo han diseñado para la humanidad.

Panamá es el patio interior, el patio andaluz de los Estado Unidos. 

Ellos han controlado nuestro país de manera ininterrumpida desde principio del siglo XIX. De manera que lo que ocurre hoy en día no puede interpretarse como una estrategia diferente.

Panamá vive bajo los efectos de una dictadura fascista dirigida por su presidente, Ricardo Martinelli Berrocal. Durante los dos primeros años de gobierno dirigió el país sin oposición, o si se quiere, con una oposición complaciente. 

Una oposición que se limitaba a cuestionar ciertas acciones gubernamentales, pero dejando intacta la institucionalidad sobre la que se afirmaba el presidencialismo, columna vertebral del régimen fascista. 

La oposición tomó un aire cuando Martienlli Berrocal dejó al descubierto sus intenciones reeleccionistas. Partidos políticos y ONG se fusionaron en un Frente por la Democracia cuyo objetivo principal se centraba en canalizar las protestas populares hacia las elecciones del 2014, dejando íntegra la institucionalidad. 

Este Frente lo constituyó el Poder Económico local para impedir que las protestas populares pudieran desestabilizar el país. Luego de su formación, todo volvió a la normalidad. 

El poder Económico, distribuido entre gobierno y oposición, llegó a un acuerdo político que frenara la indignación ciudadana y que sus energías se canalizaran hacía las elecciones de 2014. Hoy en día no hay otro tema que esas elecciones.

Como consecuencia de las protestas populares contra la reelección presidencial, los partidos políticos y las Organizaciones no gubernamentales transaron con el gobierno lo que podríamos llamar un Pacto Político para mantener el orden establecido.

 Los partidos políticos están entretenidos en escoger a sus candidatos para las elecciones de 2014 y las ONG en tirar piedras aisladas a las ventanas del Palacio Presidencial, pero sin ningún plan coherente para modificar el modelo socio económico vigente por otro que permita mayor estabilidad social. 

Los dirigentes de estas ONG inundan las redes sociales para que la población se interese en acciones puntuales que en poco modifican lo que hay. Los dueños de medios de comunicación masivos, como son las televisiones comerciales, se han dedicado a mantener entretenida a la población en la esperanza de un mejor país en las próximas elecciones. 

Todo esto ha hecho que los panameños bajen la guardia en su lucha y se consolide el régimen fascista, quien acaba de destituir a uno de los más importantes dirigentes magisteriales, como es el caso del profesor Andres Rodriguez, con lo que envía un claro mensaje de que en Panamá se terminó la protesta.

El país se hunde. La única institución de Seguridad Social que hay ha entrado en una profunda crisis económica, producto del asalto de sus fondos por los actuales administrativos. 

El pueblo está en un periodo de inacción por falta de conducción y por el permanente bombardeo mediático de que hay que esperar el 2014.

 El Poder Económico se ríe y se burla. 

Si no es Martinelli Berrocal el que continuará conduciendo el país más allá del 2014, será otro ciudadano a su servicio. 

Mientras tanto, las mayorías padeciendo el abandono, la frustración y el hambre.

Concluimos que los Partido Políticos de Oposición, las ONG y los medios de comunicación social se han asociado para que se consolide el fascismo. 

Hay que continuar observando el desarrollo de los acontecimientos políticos en Panamá, plan piloto del neoliberalismo con su nueva estrategia de represión.

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