Pablo Gonzalez

El “posible” ataque de Israel a Irán


DAVID URRA - En los últimos tiempos se han sucedido periódicamente declaraciones o filtraciones de información sobre un posible ataque israelí a Irán en solitario. 

La última de estas “filtraciones” nos la trajo el diario estadounidense Wall Street Journal, quien asevera que los funcionarios del departamento de defensa en EE.UU están “profundamente preocupados” por la posibilidad de que Israel ataque instalaciones nucleares iraníes sin el consentimiento de EE.UU, que ejerce una violenta presión sobre la nación persa.

¿Cuanto hay de verdadero o falso en estas aseveraciones?

En un trabajo anterior, que presentamos en este sitio Contrainjerencia, expusimos las razones por las que considerábamos que era un sin sentido el posible ataque en solitario de los israelíes contra instalaciones iraníes. (“El inminente ataque aéreo israelí contra Irán, un mito publicitario al clásico estilo Hollywoodense”, publicado el 27.03.2012)

No obstante, los medios e importantes personeros del gobierno estadounidense continúan cada cierto tiempo repitiendo el argumento de que “los israelíes se pueden salir de control y lanzarse en solitario a atacar instalaciones nucleares iraníes”.

Esto parece más una forma de vendernos el desastre con la justificación por adelantado.

Primero, debe quedarnos claro de que EE.UU e Israel son aliados inseparables y no existe entre ellos ninguna contradicción que implique una “falta de control”. EE. UU es quien manda e Israel no hará nada sin su consentimiento.

Segundo, los EE.UU e Israel saben que a pesar de todos los esfuerzos no han logrado quebrar a Irán y lejos de debilitarla, la han fortalecido, lo que hace improbable un ataque de este tipo en la actualidad y mucho menos en solitario por Israel. Si en definitiva se produce, no tengan la menor duda que será con el consentimiento y apoyo de EE.UU.

Tercero, lo mas posible que ocurra es que se esta creando una cortina de humo, procedimiento clásico de la Guerra Psicológico-Informativa, para ocultar otras acciones o preparar a la opinión publica para escenarios futuros.

Cuarto, es importante señalar que los gobiernos de EE.UU e Israel están en estos momentos pasando por situaciones similares de enormes presiones internas, en el caso norteamericano por las elecciones presidenciales en el país y la presión que los republicanos están ejerciendo sobre Obama, acusándolo de “flojo” con el “enemigo” persa.

 En el caso israelí por la frágil coalición que mantiene en el poder al actual gobierno y las presiones de la ultraderecha israelí para que haga algo contra Irán, estimulada por el lobby judío de EE.UU que utiliza la situación para poner a Obama en una situación difícil – si ataca puede sufrir un fracaso y esto seria lapidario para las elecciones y si so ataca es un “flojito” que no tiene carisma para defender los intereses norteamericanos.

Así las cosas, el escenario queda preparado. Si Obama acepta, por cierto se habla de realizar el ataque en octubre el mes anterior a las elecciones, el ataque tiene altas probabilidades de fracasar y pondría a Obama contra la pared. Si no acepta, Israel podría organizar una escaramuza y obligar a Obama a implicarse porque esto seria visto en EE.UU como una traición al socio judío.

En caso de no aceptar y evitar la acción militar, Obama seria presentado ante los electores como no apto para llevar los destinos del país y esto seria utilizado por los republicanos para inclinar la balanza en su favor.

Por ultimo, se necesita no dejar a un lado la actitud mas decidida de Rusia y China, que podría implicar un apoyo no solo diplomático, sino y material a Irán.

Si los rusos deciden por fin, sino lo han hecho ya, entregar los S-300 a Irán y reforzar su flota aérea con los Sukhoy de última generación, entonces el ataque se le pone cuesta arriba al “Eje de la Guerra”.

EE.UU e Israel están a punto de meterse en un pozo y el refrán recomienda “No te metas en el pozo sin saber primero como salir de el”.

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