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Kofi Annan, se quito la careta. ¡Ah, pero no es negro!


DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA.- Ya habíamos anunciado en un trabajo anterior publicado en nuestro sitio con el titulo “Kofi Annan, el mejor abogado que pudo pagar el diablo para sus manipulaciones en Siria” que mas temprano que tarde el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, mostraría sus dotes histriónicas y comenzaría a respaldar de forma deliberada los intereses de los que le pagan.

Sus declaraciones anunciando la necesidad de quebrar al “régimen” de Damasco, apuntan en la dirección requerida en un momento en que ya no hay vuelta atrás. Se ha creado el patrón mediático a sangre y fuego, o mejor dicho a golpe de mentiras y actos terroristas.

Es verdaderamente insultante y repugnante ver con cuanta desfachatez los funcionarios del mas alto nivel norteamericano y otras marionetas del “Eje de la Guerra”, incluido Kofi Annam, se plantan ante las cámaras de TV y mienten de forma aberrante.

La ventriloquía, es un arte milenario, pero siempre se le nota algo al artista en su manipulación del muñeco. Pero, estos Srs, representantes de los círculos políticos de occidente han llegado a un nivel de perfección tal, que parece que el muñeco es de verdad y llega a expresarse por convicciones propias.

Hasta tal punto llega la manipulación de imágenes, las declaraciones repetitivas de que tal o mas cual dirigente es un asesino, las declaraciones de consternación sobre los civiles muertos y la necesidad de hacer algo para salvarlos, que cualquier historieta Hollywoodense se queda corta ante tanta imaginación desplegada.

La Sra. Clinton esta a la cabeza de esta “cruzada”, aunque le pisan los talones personeros que no le tienen nada que envidiar, como el Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña y los principales dirigentes israelíes. Ahora se suma el Kofi (créanme no lo digo por su color), que parece estar necesitado de convencer al que paga, o sea, occidente, de que el es de los suyos y que hace méritos para merecerlo.

Para ilustrar esta especie de competencia por el titulo del “Pinocho de Oro”, la Clinton por ejemplo declaró recientemente que “estaba preocupada por la entrega de armas rusas a Siria”. 
 
Como puede la representante del país que – a invadido a decenas de países en el mundo y matado a millones de personas para imponer su diktat, que a organizado y ejecutado múltiples golpes de estado, que tiene en su territorio el mayor arsenal del mundo en manos de la población, que arma por intermedio de sus marionetas medio orientales de Qatar y Arabia Saudí a los mercenarios que se introducen en Siria para desestabilizar el país, que emplea cuanta suciedad pueda haber en el mundo para utilizarla en función de sus intereses, que mata mujeres y niños en Pakistán y Afganistán con sus drones, cuyos operadores parece que se encuentran en una competencia de juegos informáticos a ver quien mata mas “enemigos”, que desconoce las mas elementales reglas humanitarias y mantiene un bloqueo genocida contra una pequeña isla independiente del Caribe – decir tan tranquila y desfachatadamente que le preocupa la entrega de armas rusas que sirven al pueblo sirio para defenderse.

A mí que no me engañen, pero esta muñeca debe tener un ventrílocuo detrás.

Pero parece que algo no les esta saliendo bien, porque ahora han tenido que echarle mano al monigote de Kofi Annam, quien ni corto ni perezoso y sacando la lengua como buen sabueso, ha comenzado a proferir diatribas, al mas fiel estilo de los filosos helenísticos y sin la mas mínima prueba que justifique sus acusaciones, salvo algún que otro video de dudosa factura y las no menos ventrílocuas declaraciones de los pundonorosos miembros de la “oposición”.

Claro que conocemos al pájaro por la c… y desde que fue electo, que diga, designado, como enviado especial, advertimos de que mas temprano que tarde se quitaría la careta.

¿Sera que detrás de ese disfraz de diplomático africano, se esconde algún anglosajón de pura sepa?

A lo mejor algún día lo sabremos. Pero de lo que si estoy absolutamente seguro es que el ventrílocuo trabaja en el Departamento de Estado Norteamericano y que la careta no es de fabricación “Made in Occupy Wall Street”.

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