LEON PANETTA AFIRMA QUE IRAK YA "ES UN PAÍS LIBRE" |
...HAN ASESINADO A NUESTRO PAÍS” (Tareq Aziz, ex canciller de Irak)
“En Estados Unidos hoy, la Declaración de Independencia está colgada en las paredes de los colegios, pero la política exterior sigue las reglas de Macchiavello” (Howard Zinn, 1922-2010)
El 5 de diciembre, el primer día de la Ashura el martirio de Husein, nieto del profeta, en el año 680 a. de C (día de especial celebración para los musulmanes shiíes), Saad al-Muttalibi, irónicamente ministro del Diálogo Nacional y la Reconciliación, anunció en una declaración —que pocos medios de comunicación consideraron que merecía la pena reproducir— otro asesinato inminente.
Tareq Aziz, ex ministro de Asuntos Exteriores y Vicepresidente con Sadam Husein, sería ejecutado en cuanto los estadounidenses abandonaran el país.
Las tropas estadounidenses debían haberse marchado el 31 de diciembre, pero se quedarán tropas de forma secreta, como hicieron los británicos cuatro años antes, un 18 de diciembre.
Otro acto de barbarie, representativo del ‘nuevo Iraq’, podría producirse de forma inmediata.
El pasado 15 de diciembre en el aeropuerto de Bagdad, se celebró la ceremonia de la salida del ejército estadounidense.
El pasado 15 de diciembre en el aeropuerto de Bagdad, se celebró la ceremonia de la salida del ejército estadounidense.
En ella, Leon Panetta, secretario de Defensa de Estados Unidos, reconoció que: “[…]
Hemos derramado mucha sangre aquí […] para lograr […] hacer un país soberano e independiente y capaz de garantizar su propia seguridad”.
La independencia de este Estado, ahora cliente de Estados Unidos, es un mito tan grande como lo es su seguridad, ya que la ceremonia se produjo con los héroes estadounidenses temblando detrás de los gigantescos muros blindados [de la Zona Verde].
Las sillas reservadas para el primer ministro, para el presidente y para otros mandatarios del gobierno traidor, se quedaron vacías; quizás estaban demasiado ocupados planificando más celebraciones de derramamiento de sangre para después de la salida de Estados Unidos.
Tareq Aziz debería ser el primero de la lista de esta celebración de sangre.
El orgulloso patriota, el recuerdo nacionalista del derrocamiento ilegal del anterior gobierno, que, nada más ni nada menos, colocó a Iraq en primer lugar [de la región], invirtió los ingresos provenientes del petróleo en sanidad y educación, en llevar el agua potable a todo el país, en crear infraestructuras modernas y convertir un bello país del tercer mundo en un país casi del primero, por utilizar la terminología paternalista occidental.