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| EN CYRENE (LIBIA) DESAPARECIÓ EL LLAMADO TESORO DE BENGHAZI |
Para los medios occidentales seguirá siendo una “primavera árabe”.
Para muchos ya después de 1 año, incluido el prestigioso escritor y comunista egipcio Ibrahim Sonallah, ” es una contra revolución islamista que destruye miles de vidas, países y patrimonio cultural“.
Por si las decenas de miles de vidas masacradas por los bombardeos de la OTAN en Libia (en claro contubernio con los llamados “rebeldes” libios) fueran poco, también se suma a la devastación la inmensa riqueza del erario histórico y artístico de las naciones árabes afectadasl.
El Instituto Científico de Egipto, el mismo que se incendió hace unas semanas, producto de las revueltas políticas que sacuden al país, generando una pérdida patrimonial incalculable, se suma al de otros países de la región como consecuencia de la llamada “primavera árabe”.
El edificio contenía la Description de L’Egypte (la Descripción de Egipto), que recopilaba trabajos académicos que ordenó Napoleón durante su conquista en el país.
Más de 160 científicos y 2.000 artistas participaron en la creación de esta obra de un total de 20 volúmenes que reúnen 974 láminas grabadas.
Las mismas mostraban monumentos de Egipto, fauna y flora, minerales, habitantes, costumbres y hábitos, agricultura, comercio y topografía.
La calidad de sus tipografías, grabados y dibujos la convirtió en una de las obras más valiosas del siglo XIX. De los nueve tomos que se conservaban en el instituto, seis se quemaron en el incendio del sábado.
“El aprendizaje y el conocimiento son víctimas adicionales de esta revuelta“, declaró Ismail Serageldin, director de la biblioteca de Alejandría.
“El aprendizaje y el conocimiento son víctimas adicionales de esta revuelta“, declaró Ismail Serageldin, director de la biblioteca de Alejandría.
En Libia los bombardeos de la OTAN alcanzaron los antiguos sitios romanos de Leptis Magna y el teatro de Sabratha. Aunque el primero no sufrió daños, el segundo resultó con impactos de bala.
También se informó el robo del llamado Tesoro de Benghazi: alrededor de 8.000 monedas de oro, plata y bronce y otros artefactos de la antigua ciudad de Cirene, que desapareció de la bóveda de un banco.
En Siria, hace pocos meses, saquearon en la ciudad de Apamea construida por los seléucidas en el año 300 a.C. sin saber a ciencia cierta cuánto robaron.
No bastó que el ejército norteamericano saqueara y destruyera Bagdad y sus museos y bibliotecas.
Ahora, “la primavera árabe” se ha contagiado de esa barbarie.
