Dios los cria y ellos se juntan de un modo natural.
El papa Benedicto XVI se reunió hoy en el Vaticano con el primer ministro italiano, Mario Monti, con quien analizó la situación social en Italia y le alentó a luchar contra la crisis económica que padece el país.
"Ha comenzado bien (su gobierno) en medio de una situación dificilísima, casi insoluble", dijo el Pontífice a Monti tras darle la bienvenida, momentos antes de comenzar una conversación a solas que se prolongó durante 25 minutos.
El papa Benedicto XVI se reunió hoy en el Vaticano con el primer ministro italiano, Mario Monti, con quien analizó la situación social en Italia y le alentó a luchar contra la crisis económica que padece el país.
"Ha comenzado bien (su gobierno) en medio de una situación dificilísima, casi insoluble", dijo el Pontífice a Monti tras darle la bienvenida, momentos antes de comenzar una conversación a solas que se prolongó durante 25 minutos.
En la primera visita oficial de Monti al Vaticano, que duró un total de dos horas, el primer ministro italiano también se reunió con el secretario de estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone.
"Durante los cordiales coloquios se analizaron temas sobre la situación social italiana y el compromiso del Gobierno, así como la contribución de la Iglesia Católica a la vida del país", informó el Vaticano en un comunicado.
"Durante los cordiales coloquios se analizaron temas sobre la situación social italiana y el compromiso del Gobierno, así como la contribución de la Iglesia Católica a la vida del país", informó el Vaticano en un comunicado.
También analizaron la situación internacional, de Europa, del área mediterránea meridional y coincidieron en la necesidad de la tutela de las minorías religiosas, "especialmente las cristianas en algunas partes del mundo", precisó la nota.
Las dos partes -prosiguió el comunicado- confirmaron la voluntad de continuar "la constructiva colaboración a nivel bilateral y en el contexto de la comunidad internacional".
Las dos partes -prosiguió el comunicado- confirmaron la voluntad de continuar "la constructiva colaboración a nivel bilateral y en el contexto de la comunidad internacional".
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo que las palabras de bienvenida del papa a Monti son de aliento ante la crisis económica que vive el país, que exige medidas -subrayó- medidas difíciles y sacrificios, sin olvidar el punto de vista moral.
Monti acudió a la Santa Sede acompañado de su esposa, Elsa, y un séquito de diez personas, entre ellas los ministros de Exteriores y de Asuntos Europeos, Giulio Terzi y Enzo Moavero, y el subsecretario de la presidencia, Antonio Catricala.
Tras la audiencia con el Pontífice, el tecnócrata Monti se reunió con Bertone y con el subsecretario vaticano de Asuntos Exteriores, el prelado Ettore Balestrero.
Mario Monti fue recibido por el papa en la llamada Sala del Tronetto, anexa a la Biblioteca Privada, lugar del encuentro.
El primer ministro le dio las gracias "por esta oportunidad" y Benedicto XVI le preguntó por su reciente viaje a Alemania, donde se reunió con la canciller Angela Merkel.
El primer ministro le dio las gracias "por esta oportunidad" y Benedicto XVI le preguntó por su reciente viaje a Alemania, donde se reunió con la canciller Angela Merkel.
Monti le dijo que el tiempo era malo, "pero el clima (con la canciller) bueno".
La visita de Monti al Vaticano se desarrolló en medio de la polémica por la exención a la iglesia italiana del impuesto de bienes inmuebles, que estaba abolido y ha sido recuperado por el Ejecutivo. De ello no se habló.
Lombardi precisó que temas específicos de las relaciones iglesia italiana y el Estado, como pueden ser las cuestiones fiscales, se tratan en los encuentros bilaterales entre la iglesia local y el gobierno italiano.
Monti, nombrado primer ministro el pasado mes de noviembre en lugar de Silvio Berlusconi para afrontar la grave crisis económica italiana, aprobó un nuevo impuesto inmobiliario que supone la recuperación del viejo y abolido IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), del que han que quedado exento de pagar los inmuebles de la Iglesia.
Monti, nombrado primer ministro el pasado mes de noviembre en lugar de Silvio Berlusconi para afrontar la grave crisis económica italiana, aprobó un nuevo impuesto inmobiliario que supone la recuperación del viejo y abolido IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), del que han que quedado exento de pagar los inmuebles de la Iglesia.
El IBI, uno de los impuestos más criticados por los italianos, fue abolido para la primera vivienda en 2008 por Berlusconi.
El que lo haya recuperado Monti bajo en nombre de IMU y haya excluido del mismo a la Iglesia ha levantada una oleada de críticas, especialmente del Partido Radical, que exige que la Iglesia italiana pague "como todos".
Italia no dispone de un censo completo de las propiedades de la Iglesia y según algunos medios de comunicación entre el 20 y el 30 por ciento de todo el patrimonio inmobiliario italiano está sus manos, repartido entre iglesias, edificios eclesiásticos, escuelas, universidades, hospitales, ambulatorios, centros deportivos e incluso hoteles y centros de recreo.
Italia no dispone de un censo completo de las propiedades de la Iglesia y según algunos medios de comunicación entre el 20 y el 30 por ciento de todo el patrimonio inmobiliario italiano está sus manos, repartido entre iglesias, edificios eclesiásticos, escuelas, universidades, hospitales, ambulatorios, centros deportivos e incluso hoteles y centros de recreo.
Según el periodista del semanario "L'Espresso" Stefano Livadiotti, la Iglesia italiana se ahorra todos los años, como mínimo, 700 millones de euros al no tener que pagar el IBI.
Además de la Iglesia Católica, en Italia tampoco paga el IBI, entre otros, las otras confesiones religiones, las embajadas, organismos internacionales, los cines y las organizaciones no gubernamentales.
Agencias
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