Unas
160 organizaciones y redes de 40 países denunciaron este viernes en
Durban, Suráfrica, los intentos de los países ricos de convertir el Fondo Verde del Clima en un instrumento para beneficio de las empresas transnacionales.
En una carta a los miembros del Comité de Transición que negocia la puesta en funcionamiento del fondo, los firmantes mostraron su preocupación ante la posibilidad de que el Fondo Verde se
coloque al servicio de los intereses de los sectores empresariales y
financieros en lugar de subvencionar acciones para salvar el planeta y
proteger a los pobres en los países en desarrollo.
“Nos oponemos firmemente a cualquier recurso que vaya desde el Fondo Climático Verde
directamente hacia el sector privado, a cualquier recurso que vaya
dirigido a crear facilidades en una empresa privada”, señala el texto.
Asimismo, las organizaciones, entre las que se encuentran Ecologistas en Acción, Colectivo de Mujeres Acción Política por la Equidad y
más de una treintena de agrupaciones de Estados Unidos y el Reino
Unido, reclaman que el fondo evite vincularse con los mercados de
carbono y otros instrumentos financieros de riesgo.
“Los mercados de derivados de carbono han estado plagados de
escándalos de mercado, los precios del carbono han sido extremadamente
volátiles y, en los últimos tiempos, muy bajos.
Una empresa del sector
privado vinculada a los mercados de carbono no proporcionará un flujo
fiable de financiación para los países en desarrollo para la adaptación y
mitigación”, precisa el documento.
El fondo debe administrar los recursos que los países desarrollados
se comprometieron a entregar a las naciones subdesarrolladas para
acciones de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y
trabajos de adaptación contra las secuelas del cambio climático.
La promesa de los países ricos en
realidad data de la XV cumbre del clima en Copenhague, cuando
propusieron movilizar 100 mil millones de dólares anuales a partir de
2020, con una mezcla de recursos financieros provenientes de entidades
privadas y públicas.
En reuniones del Comité de Transición previas a la cita de
Durban emergieron claras diferencias entre los dos bloques que componen
el mecanismo, 25 países en desarrollo y 15 países ricos.
El pasado encuentro de Cancún estableció que el Banco Mundial actuará
como órgano de fideicomiso interino, sujeto a revisión tres años
después de que sea operacional la reserva financiera.
La última propuesta para poner en marcha el Fondo data de octubre
último, y en ella permanecían con vida desavenencias en torno a la
estructura y funciones del instrumento financiero.