
Lo que
para unos fue el mejor pasatiempo de esos días festivos, para otros
resultó ser la jornada más negra de su vida.
Los clientes del
inicio de las rebajas navideñas no permitieron que un hombre que se
encontraba enfermo en un centro comercial empañara su día de compras.
Una multitud descontrolada pasó por encima del cuerpo de farmacéutico
Walter Vance, que estaba muriendo en el suelo.
Los testigos
afirman que después de la caída de Vance la mayoría de los compradores
le ignoraron o evitaron, clavando sus miradas solo en los productos
rebajados.
La mujer de Vance cuenta que unas seis enfermeras que hacían
compras en el centro, se acercaron a su marido y resultaron ser los
únicos seres humanos a quienes les preocupó algo más allá de los
descuentos.
El farmacéutico Walter Vance tenía problemas
cardiacos, lo que pudo ser una de las causas de su muerte. Vance murió
en el hospital poco después del 'Viernes Negro'.
El caso de Walter
Vance no es el primero en la historia de las rebajas de antes de
Navidad de EE. UU., una tradición que se inició ya en el siglo XIX.
En
numerosas ocasiones las tiendas se convirtieron en centros de accidentes
y detenciones.
En 2008 uno de los empleados de un centro comercial que
forma parte de la empresa multinacional Walmart fue pisoteado por la
muchedumbre que irrumpió en el centro, en busca de productos baratos.
El 'Viernes Negro', el día siguiente al de Acción de Gracias, es una verdadera fiesta del consumismo para los compradores, que tienen la oportunidad de conseguir los productos más deseables por un precio más bajo.
El 'Viernes Negro', el día siguiente al de Acción de Gracias, es una verdadera fiesta del consumismo para los compradores, que tienen la oportunidad de conseguir los productos más deseables por un precio más bajo.
Este año todas las tiendas, centros comerciales y supermercados de
EE. UU. vendieron su surtido con un descuento de más del 70%.
Según los
datos oficiales, durante los días festivos las ventas crecieron un 9,1%
hasta alcanzar un total de 52.400 millones de dólares, con una suma
media gastada por cada persona de unos 400 dólares.
Muchos
estadounidenses prefirieron hacer cola desde la noche del día de Acción
de Gracias por temor a perderse las mejores ofertas.