ABI – El presidente Evo Morales lamentó el sábado que
“algunos” bolivianos residentes en Estados Unidos pidan una invasión al
país sudamericano, so pretexto de defender al Territorio Indígena del
Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) de la construcción de una
carretera que debería pasar por las entrañas de esa reserva natural en
el nordeste amazónico de Bolivia.
“Están pidiendo una invasión a Bolivia y no es posible que nuestros
hermanos indígenas del oriente bolivianos sean instrumentos para que la
derecha pida invasión de Estados Unidos a Bolivia”, denunció.
Según un reporte del periodista Juan Carlos Zambrana Marchetti, desde
Washington, un reducido grupo de personas, bolivianos residentes,
protagonizó una singular protesta cerca a la Casa Blanca, donde
pidieron, a principios de semana, la invasión a Bolivia con carteles y
fotos que decían “Mubarak, Gadafi y el siguiente es Morales”.
El mandatario boliviano tachó de lamentable hecho que se registra porque “los enemigos históricos” del país, pretenden recuperar los recursos naturales que hasta 2005 permanecieron en manos de privados y que su administración los devolvió al control estatal desde mayo de 2006.
“Los enemigos históricos del movimiento indígena ahora aparecen como
grandes defensores del movimiento indígena cuando les interesa
políticamente.
Antes eran enemigos de los derechos de la madre tierra y
ahora aparecen como defensores de la madre tierra”, comparó Morales.
“En las épocas pasadas era golpe de estado militar y ahora usan a
nuestros hermanos (indígenas) y algunos grupos con cualquier pretexto
para que ellos se aprovechen de eso y otra vez se adueñen de nuestros
recursos naturales”, agregó.
El pasado 15 de agosto, una marcha de indígenas del TIPNIS partió de
la ciudad de Trinidad-Beni rumbo a la ciudad de La Paz en rechazo a la
construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari San Ignacio de
Moxos.
A esa protesta se sumaron organizaciones indígenas como la
Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y la Asamblea del
Pueblo Guaraní (APG), que marcaron un tinte político al adicionar otras
demandas que nada tienen que ver con la construcción de esa vía.
Según medios locales, esa marcha indígena, que el sábado avanzaba
poco más allá de la población de Caranavi, en los Yungas, a 100 km de La
Paz, está conformada por mil personas.
Luego que una represión policial gatillada en la población de Yucumo,
el 25 de setiembre último, contra los marchistas indígenas, generara el
repudio general del país, Morales dispuso la suspensión del tramo II de
la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, cuyo trazo, aún en el
papel, cruza el TIPNIS y pidió que una consulta dilucide el embrollo.