En Venezuela pasa que a veces parece que no pasa nada; y
si, pasa de todo.
Un ejemplo claro es el daño que causa el incremento
en el consumo de la comida rápida y la falta de educación nutricional al
respecto.
Al mismo tiempo que se eleven los índices de sobrepeso y
obesidad y así el riesgo de morir por enfermedades crónicas, patologías
que constituyen la principal causa de decesos en este país y que los
medios miran con desinterés.
No es el hampa quien se
lleva a la tumba a más venezolanas y venezolanos a diario, sino -como
en todo el mundo- es la mala alimentación el germen de la mayor cantidad
de muertes.
Sólo algunas instituciones del gobierno
advierten estos problemas, pero “un sólo palo no hace montaña”.
No hay
una campaña formativa y por los vientos electoreros que soplan, tampoco
la habrá ni a corto ni a mediano plazo.
Los medios
están muy ocupados en guerrear “la política” como para atender la muerte
de sus ciudadanos en manos del sedentarismo y la mala boca.
Les
interesan los baleados, apuñaleados en manos delincuentes. Mientras
ellos discuten, el pueblo organizado debe boicotear la
institucionalización de la malnutrición y paralelamente volver a sus
tradiciones culinarias.
Según datos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2007, Venezuela ocupaba el
puesto número 24 en el ranking de países con mayor índice de sobrepeso y
obesidad.
Lo que quiere decir que “65 personas, de cada 100, mayores de
15 años sufren de obesidad y se determinó que 13,5% de los niños
venezolanos menores de 15 años sufren de sobrepeso” (1).
En
2008 enfermedades relacionadas a la malnutrición, las llamadas “no
transmisibles”, dieron de baja a 36,6 millones de personas en el mundo,
según la OMS.
El informe encontró que “las principales asesinas (...)
son las enfermedades cardiovasculares -que incluyen infartos, derrame
cerebral y cardiopatías- que mataron a 17 millones de personas (48% del
total estudiado)”. (2)
En la actualidad la
prevalencia de la obesidad se ha duplicado en el mundo con respecto a 3
décadas de estudio (desde 1980 hasta la actualidad) y más de una de cada 10 personas la padece.
“En total, 502 millones de ciudadanos en el planeta (205 millones de hombres y 297 millones de mujeres) son obesos”. (3)
Comer
ya no es una necesidad biológica, sino un acto social, acción que hoy
está determinada por la publicidad.
“La publicidad nos dice que comer en
tal o cual sitio nos dará estatus, o que consumir una bebida gaseosa
nos refrescará, aunque científica y biológicamente esté comprobado que
las bebidas de este tipo no eliminan la sed, pues son bebidas saturadas
en azúcar (una lata tiene 35 gr. de azúcar, superando la dosis máxima
que necesita el cuerpo diariamente)”, por ejemplo. (4)
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Cadenas
como McDonald's patrocinan en Vale TV (canal de la iglesia católica
venezolana), secciones de alimentación y nutrición, obviando aquel viejo
refrán de que “no hay mejor predica que el ejemplo”.
Ambas
instituciones, la iglesia y McDonald's están interesadas en un solo fin:
el lucro. También comparten otra característica (respetando los
antecedentes) ambas han causado y causan muchísimo daño, a través de la
historia.
Al parecer en Venezuela somos del tipo de
pensamiento que “las cadenas de comida rápida dan trabajo a los en
otrora pastores, alimentando un subsistema deprimido económicamente...”
un pensamiento que se resume en “ay, pobrecito McDonald's”.
La
Iglesia católica en Venezuela se hace de “esta fe” y vende sus espacios
publicitarios entre 500 y 900 bolívares fuertes diarios
aproximadamente por pauta a los mejores postores, porque después de
todo, de algo tienen que vivir.
Aunque la vida -de
los que ha diario mueren por enfermedades no transmisibles-
generalmente sus feligreses, les tiene sin cuidado.
El trabajo infantil
sólo le sirve para aplicarlos en sus sermones.
Y ni hablar del
antisindicalismo; están a favor, la asociación obrera les parece muy
comunista y ya sabemos que todo lo rojo para la iglesia termina siempre
en sangre.
Para 2009 existían 280 restaurantes de la
cadena en Venezuela y McDonald's ganaba 4.551 millones de dólares en
todo el mundo.
Así que la publicidad en Vale TV es una propina para la
multinacional de la chatarra.
Sin embargo, en esta
televisora (cuya programación está llena de enlatados documentales
gringos) no pudiera transmitirse el documental Super Size Me
(2004) en el que se demuestran los efectos nocivos que una alimentación a
base de estas comidas le genera a un organismo humano, en condiciones
normales.
Tampoco podrían exponer una verdad a toda
prueba: hay que reducir, sino eliminar el consumo de comida rápida para
aliviar una epidemia nacional, que nada tiene que ver con los patrones
de consumo tradicionales venezolanos.
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La existencia de esta multinacional ha originado etiquetas como McJob o Mctrabajo
para definir un tipo de empleo en el que se impongan las malas pagas,
el antisindicalismo, la poca promoción laboral, las actividades
fuertemente controladas y la alta rotación.
Pero ¿le importa esto a la
iglesia venezolana?
Asimismo se han creado medidores como el Índice Big Mac,
que permite conocer el poder adquisitivo de los habitantes de un país
de acuerdo a la posibilidad o no de comprar la emblemática hamburguesa
de la multinacional.
Con una simple resta, podemos
deducir que la mitad de la población mundial, unos tres mil millones de
personas no pueden adquirir el preciado alimento basura, debido a que
sólo viven con dos dólares diarios.
Otra teoría explorada por el periodista estadounidense Thomas Friedman es la Ley de los Arcos dorados,
que llega a la conclusión de que los países con McDonald´s no se
declaran la guerra.
Sólo falta un poco de astucia para imaginar el poder
de esta multinacional.
Lo tristemente cierto es que
en la Venezuela revolucionaria esto pasa por debajo de la mesa
¿Es que
acaso en las franquicias que repiten el manual del perfecto McDonald's
-como una Biblia- no hay maltrato hacia los trabajadores?
O ¿es que no
nos duelen las obreras, los obreros? Madres, padres, sus hijos están en
peligro... Ronald McDonald's los engorda como a los cerdos para la cena
navideña.
La transnacional de la comida chatarra no
carga con toda la culpa, pero vaya que tiene una gran responsabilidad en
el cambio cultural alimentario de las niñas y los niños de la era
contemporánea.
A través de publicidad vinculada
promocionada por los pseudo “artistas” de la TV (también chatarra), como
Winston Vallenilla y su alter ego de los Pitufos, enamoran a
los más pequeños con muñequitos que otros pequeños fabrican en diversas
partes del mundo, bajo condiciones miserables
¡Basta! No nos excusemos
bajo el pretexto del desconocimiento.
Supongamos que
no sabemos lo del trabajo esclavo infantil, pero está de anteojitos que
ese tipo de preparaciones alteran nuestro organismo... sino quieren
actuar por el colectivo, entonces le invito a ser egoísta y pensar en
usted mismo o en sus hijos.
No importa que no le interesen los demás
niños del mundo, tampoco la muerte de millones de animales o la
deforestación del único pulmón vegetal que le queda al planeta, el
Amazonas en manos de un payaso sanguinolento.
Hoy
en Venezuela, una de las principales representantes del capitalismo
-probadamente salvaje- hace de las suyas sin control, ni del pueblo, ni
de las instituciones gubernamentales.
No sólo contribuye a enfermarnos,
sino que se mofa en nuestras caras a través de los diferentes medios de
comunicación -en connivencia con la Iglesia católica- disque para
enseñarnos a comer.
Ahora las liebres corren detrás de los perros... en
la escuela del mundo al revés.
En otras partes del
planeta están haciendo algo para liberarnos del payaso y no hay tanta
gente autoproclamándose “revolucionaria” como el que más. (6)
La nueva
fe del guerrillero ¿es acaso la McReligión? (7)
Para ampliar informaciones:
- En: inn.gob.ve
- Enfermedades crónicas: las peores asesinas. En: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/04/110427_enfermedades_cronic
as_mortalidad_men.shtml - El mapa global de la obesidad. En: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/02/03/nutricion/1296763533.ht
ml - Moreno H. (2009), Marketing de la malnutrición, en: http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?22837
- Greenpeace desvela el papel de McDonald's en la destrucción de la selva tropical amazónica. En: http://www.greenpeace.org/espana/es/news/greenpeace-desvela-el-papel-d
e/ - El mundo contra McDonald's. En:
- Macdonald´s, la nueva religión. En: http://desgraciashumanas.blogcindario.com/2005/10/00038-macdonald-s-l
a-nueva-religion.html
He
aquí una serie de coincidencias que nos hacen pensar que Mcdonalds ha
copiado a la Iglesia para convertirse en una de las mayores
multinacionales:
1.- Tanto la Iglesia como
Mcdonalds tienen sucursales en todos los rincones del mundo,
preferiblemente en el centro d las ciudades.
2.- Ambas intentan engancharnos desde pequeñitos para que no recalemos en la competencia
3.- La cruz de la Iglesia y la M de McDonalds son reconocidas en todo el mundo.
4.- La Iglesia se inventa a Jesucristo, McDonalds se inventa un payaso con el pelo rojo.
5.- Los empleados de McDonalds visten uniformes ridiculos, los obispos visten de rosa.
6.- Tanto en las iglesias como en los McDonalds te dan de comer y de beber.
7.- También en los 2 sitios te piden dinero a cambio
8.-
En la iglesia te dan un cacho pan y te dicen que es el cuerpo de
Cristo, en un McDonalds te dan un cacho de masa comestible y te dicen
que es carne de vaca...
9.- En la iglesia te dan vino como sangre de Cristo y en un Mcdonalds te dan agua dulce con hielo como coca-cola.
y por último la prueba definitiva...
10.-
EL MÁXIMO REPRESENTANTE DE MCDONALD´S ES UN PAYASO, Y EL MÁXIMO
REPRESENTANTE DE LA IGLESIA ES RATZINGER... ¿ALGUIEN NOTA LA DIFERENCIA?