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Cuba: “Lamento profundamente haber sido un tonto confiado”, dijo el agente USAID Gross en su juicio

http://www.contrainjerencia.com/wp-content/uploads/2011/09/alan-gross5_1.jpg La Habana.- Un subcontratista del gobierno estadounidense, al que se declaró culpable en Cuba de traer de manera ilegal equipo de comunicaciones a la isla, dijo ante un tribunal en La Habana que fue un “tonto confiado” y nunca tuvo intención de causar daño al gobierno, según extractos de su testimonio que difundió el viernes su abogado.

Alan Gross, oriundo de Maryland y quien ha estado preso desde diciembre de 2009, aseguró que no tenía idea de que sus acciones en un programa supestamente “para el fomento de la democracia” de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional provocaría la ira de las autoridades de La Habana, , según la transcripción que difundió su abogado Peter J. Kah, quien tiene su despacho en Washington.

El gobierno de Cuba afirma que Gross, de 62 años, distribuía teléfonos satelitales y otros equipos de telecomunicaciones de última  , cuyo uso  no autorizado es ilegal en la isla.

Según las autoridades, los llamados programas de democracia en general constituyen en realidad una agresión de Washington contra la soberanía de un país. 

Gross sostiene que sólo intentaba ayudar a la pequeña comunidad judía de la isla a que mejorara su acceso a internet, lo que desmintieron los propios líderes judíos. 

“Lamento profundamente que mis acciones fueran malinterpretadas como dañinas y una amenaza contra la seguridad y la independencia de Cuba. 

Por supuesto que esto va contra lo que yo tenía intenciones de hacer”, expresó Gross el 4 de marzo ante un tribunal.

“Lamento profundamente haber sido un tonto confiado.

Me embaucaron. Me usaron. Mi familia y yo lo hemos pagado muy caro”, afirmó. El tribunal se mantuvo imperturbable y sentenció a Gross a 15 años de prisión. 

La Corte Suprema de la isla ratificó en agosto la sentencia en su contra.

En los extractos, Gross no dice quién considera que lo engañó. Gross trabajaba con un contrato jugoso para la empresa Development Alternatives Inc., con oficinas centrales en Washington.

La reclusión de Gross se ha convertido en un punto importante de fricción entre Washington y La Habana, y enfría las perspectivas para una mejora de las relaciones.

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