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Un total de 38 soldados, la mayoría norteamericanos y algún afgano, han perdido la vida este sábado al ser derribado por un cohete talibán el helicóptero Chinook que les transportaba durante una operación militar contra un complejo insurgente sobre la provincia de Wardak (este del país) según confirmó el presidente afgano, Hamid Karzai, quien aseguró que eran 31 soldados estadounidenses y siete soldados afganos.Por tanto, se trata de uno de los ataques insurgentes con mayor número de soldados fallecidos desde el inicio en 2001 del conflicto en el país centroasiático.
De momento no se ha divulgado la nacionalidad de los soldados muertos, pero la mayoría de las operaciones de la zona están bajo supervisión del Ejército estadounidense.
Ocho islamistas también perdieron la vida en la operación
Los talibán ya han asumido la responsabilidad del derribo del helicóptero, según informó el habitual portavoz del grupo, Zabiulá Muyahid, que ha tenido lugar en el transcurso de una operación conjunta de fuerzas interncionales y afganas contra un reducto insurgente en el valle del Tangi, justo al oeste de Kabul.
«Los últimos informes que hemos recibido detallan que varios soldados estadounidenses se encuentran realizando operaciones de búsqueda entre los restos del helicóptero», informó.
También existen informaciones conflictivas en relación al momento del suceso.
Según el portavoz talibán, el helicóptero fue derribado a las 23.00 h. de la noche del viernes, hora local.
Muyahid indicó que ocho insurgentes perdieron la vida en la operación durante la que tuvo lugar el derribo del helicóptero.
Las fuerzas de seguridad afganas, por su parte, informaron de que la operación comenzó en torno a las 01.00 de la madrugada de hoy, contra un complejo talibán en el poblado de Jaw-e-mekh Zareen, también en el valle del Tangi. (ABC).
