ARÁCELI MARTÍNEZ ORTEGA / LA OPINION – Familiares de presos
en la Prisión Estatal de Pelican Bay vinieron de todas partes de
California al Capitolio estatal para pedir a los legisladores que los
ayuden a poner fin al castigo de los presos validados como pandilleros
en celdas de confinamiento en solitario por décadas, lo que consideran
tortura.
Ayer se llevó a cabo una emotiva primera audiencia legislativa en la
que las lágrimas y la desesperación acompañaron las comparecencias, en
la que se explicaron las condiciones de las celdas de confinamiento en
solitario más conocidas por sus siglas en inglés como SHU (Security
Housing Units).
Algunos familiares de los presos llegaron con miedo e incluso
pidieron omitir su apellido y no dar el nombre de su familiar preso en
Pelican Bay por temor a represalias.
Martha habló de un hermano que
apoyó la huelga de hambre en la que miles de presos participaron en
julio pasado en contra de la política del Departamento de Prisiones
(CDCR) de aislar a los reos por años en las SHU.
“Mi hermano [de 42 años] tiene 14 años en Pelican Bay, 13 de los
cuales en una celda de aislamiento total.
La única vez que mi mamá pudo
ir a verlo fue a través de un vidrio y yo la única vez que he hablado
con él fue hace 10 años por 10 minutos para decirle que mi mamá había
muerto”, recordó Martha, quien vino desde San Diego para participar en
la audiencia.
“Lo que más preocupa es que pierda ese lazo familiar. Ahora sólo nos comunicamos por cartas”, comentó.
Israel Hernández, quien estuvo nueve meses preso en Pelican Bay,
describió la prisión como un lugar donde hay mucha injusticia y
opresión.
“Los policías tienden muchas trampas para incriminar a los
presos y les piden que den nombres de gente que ni ha hecho nada.
Los
presos a veces dan nombres de inocentes para salir ellos de un problema y
los validan como miembro de una pandilla.
Hay mucha injusticia entre
los policías porque orquestan eso para que los presos se frieguen unos a
otros”, expuso.
De acuerdo al director de la Prisión Estatal de Pelican Bay, Greg
Lewis, las SHU han conseguido aislar a los líderes de las pandillas en
la prisión y disminuir su impacto criminal en las comunidad.
El asambleísta demócrata de San Francisco, Tom Ammiano dijo que ésta
no sería la primera audiencia para examinar las condiciones de las
celdas de segregación en las prisiones estatales de California.
Además de poner fin al aislamiento por décadas, algunas de las
demandas planteadas por los familiares de los reos a los legisladores
fueron, que les permitan a estos tomarse una foto al año para enviarla a
sus familiares, muchos de los cuales no los han visto por décadas;
comprar comida fresca, no solo alimentos chatarra en las máquinas que
tienen en la prisión; videos de salud mental para lidiar con la falta de
contacto humano; la posibilidad de comprar una caja de más de 30 libras
al año con artículos personales; y que les permitan ser evaluados en
los cursos que toman por la televisión en la prisión.