

En la prisión estatal de Pelican Bay, donde el pasado 1 de julio se originó una huelga de hambre, el 93.8% de los internos están en estas unidades.
Son celdas de 8 x 10 pies (2.4 x 3 metros) en las que sólo se puede ver a través de los barrotes, según cuentan las cartas enviadas por los mismos prisioneros a sus familiares. Tienen inodoro, fregadero y una losa que sirve de cama.
Ahí los prisioneros pasan 22 horas y media.
La otra hora y media, cuando no hay restricción, se les permite estar en un patio donde a través de un tragaluz podrían ver el cielo o algún rayo de sol.
En California, según informó el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR), hay cuatro prisiones con áreas SHU, las cuales albergan a aproximadamente 3,800 reos. Las prisiones que cuentan con SHU son Corcoran y Tehachapi en el Valle Central, Pelican Bay en el norte del estado, y la Prisión Estatal del Valle para Mujeres, al norte de Fresno.
En las SHU los prisioneros de alta peligrosidad y pandilleros de alto rango viven en condiciones de confinamiento solitario; la causa principal de la huelga de hambre.
De acuerdo con el CDCR, esa reclusión extrema es una medida principalmente para diezmar las comunicaciones entre los pandilleros de mayor riesgo y que pertenecen a La Mafia Mexicana, Nuestra Familia, Nazi Low Riders, Aryan Brotherhood, Black Guerrilla Family, Texas Syndicate y Northern Structure.
Con ello buscan impedir que se organicen para el tráfico de drogas, extorsiones y evitar que ordenen ejecuciones al exterior, sostiene Terry Thornton, portavoz del CDCR.
“Una de las principales razones por las que tenemos el sistema de SHU, es porque es necesario separar el liderazgo de las pandillas de la población total, porque tratan de manipular a los demás a que sean parte de las pandillas y así expandir su liderazgo fuera de prisión”, comentó.
Thornton rechazó el término de “confinamiento solitario” para describir el sistema SHU, porque aseguró que el aislamiento no es una práctica del CDCR.
“Eso sí, es un ambiente muy restringido”, reconoció.
“No se trata de un confinamiento solitario en el modo que todos pudieran pensar, que no tienen contacto con otras personas, porque sí pueden platicar de una celda a otra y hasta tienen tiempo de ver televisión por cable, porque tienen 23 canales de televisión por cable y todavía están demandando más”.
Delia Rodríguez recientemente recibió una carta de su hermano, quien está en el SHU de Pelican Bay y asegura que no les permiten ver la luz del sol y los puños de comida que les dan está echada a perder.
Debido a esas condiciones, en la misma carta advertía que a partir del 1 de julio iniciarían una huelga de hambre.
“En los 14 años que tiene ahí, sólo una vez hemos podido visitarlo; cuando fuimos fue a través de un vidrio, hablando por teléfono”, comentó.
De acuerdo con informes que han obtenido activistas que apoyan a los prisioneros en huelga de hambre, durante el feriado del 4 de Julio las autoridades carcelarias ofrecieron un espléndido banquete para tratar de disuadir a los huelguistas.
Las demandas de lo reos refieren terminar con el castigo grupal, modificar el estado de pandillero activo e inactivo, cumplir con recomendaciones federales, dar comida adecuada y ampliar programas de rehabilitación para los prisioneros en SHU.
Sin embargo, activistas y familiares han denunciado que tanto las autoridades carcelarias como el gobernador han hecho caso omiso de las demandas y han preferido mantener en el olvido esta protesta de reos, han optado por encerrar la huelga de hambre también en un SHU.
Hasta la semana pasada unos 800 reos continuaban en huelga de hambre y el CDCR no tenía planeado modificar alguna política relacionada con el confinamiento de esos presos.
California cuenta con 33 prisiones federales que “albergan” a 143,735 reos, hombres y mujeres.